sábado, 7 de agosto de 2010

El rayo verde, de Eric Rohmer (1986)

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No había visto antes esta película. Hice un lío por conseguirla hace algunos años y ahí quedó. Nunca quise saber nada de la historia, mientras esperaba verla en algún cine como parte de algún ciclo que nunca llegó. Y es que a pesar de que algunas películas de Rohmer parecen filmadas en un entorno sencillo y familiar, casi como si la cámara se situara escondida en medio de situaciones cotidianas que suceden entre los personajes -pienso en la serie de los cuentos y las estaciones, principalmente-, me gusta verlas en la pantalla grande, fijarme en los detalles, evitar que existan distracciones o algo que no sea parte de ese mundo que tan bien sabe construir el director francés.

Contaba entonces que pasaron los años y como el ciclo en cine nunca llegó, me decidí por fin a verla en casa, de madrugada, tan tarde que el final de la película coincide con el primer rayo de sol que se mete por la ventana y que parece casi una señal, brillante ahí en medio del frío, y uno maravillado con el último rayo que hace terminar la película de manera perfecta. Sí, quizá la mejor que he visto de este cineasta hasta ahora y uno recibiendo el primer rayo del sol de un nuevo día justo en el rostro.

Como ingrediente principal, la película cuenta con la excelente actuación de Marie Rivière, -actriz que ya me había encantado en Cuentos de otoño, del mismo director-, quien además colabora mínimamente con el guión pues tanto en ésta, como en otras de sus realizaciones, Rohmer deja un espacio de la actuación a la improvisación, e incluso parte del carácter de sus personajes al arbitrio de sus actores.

La historia se centra en el personaje interpretado por Rivière, quien, tras fracasar un proyecto de vacaciones con una amiga, y tras terminar una relación amorosa que ya no se sostenía a distancia, realiza una serie de intentos por aprovechar sus vacaciones viajando a una serie de lugares donde no logra sentirse a gusto y donde sus diferencias en la forma de ver la vida con la que tienen los demás, se hacen cada vez más evidentes hasta que termina por aislarse casi totalmente y caer en la angustia que le provoca su condición.

Pues bien, es en medio de esta historia banal, en medio de estas situaciones que pueden ocurrirle a cualquiera de nosotros... desde donde Rohmer y Rivière hacen brotar una historia maestra.

Y es que la muchacha, en su continuo deambular, logra revelarse poco a poco como un personaje maravilloso. Buscando construirse ella misma en cada acción, -como si en esas cartas que encuentra a veces dispersas por las calles encontrase en verdad piezas de sí misma-, el personaje interpretado por Rivière da con la clave, con la historia que escucha escondida, decir a otros personajes. La historia del rayo verde.

Se hace referencia entonces a una novela de Verne donde se señala que una persona, si logra ver el rayo verde, será capaz de comprender sus propios sentimientos, y los de los demás. Se explica además que el rayo verde, es un fenómeno óptico que se forma a partir del último rayo de sol que logra refractarse antes de desaparecer bajo el horizonte.

Esta información, que es quizá la única esperanza a la que puede recurrir Delphine -sí ese es el nombre que adopta Rivière en esta película-, no sólo constituye una posibilidad, sino que contiene en sí un sentido, una búsqueda, que enriquece todo el film, hasta llegar a un bellísimo final, que por supuesto no relataré aquí.

Recuerdo que mientras veía la película, el personaje de Delphine, a la vez que se me hacía más hermoso -sí, no me ahorraré cursilerías-, se revelaba también como un ser demasiado desnudo, desprotegido; con el espíritu vuelto hacia afuera como un calcetín dado vuelta... justamente como el protagonista de El idiota, la novela de Dostoievsky que acompaña a Delphine en algunos momentos del film.

Y claro, Delphine es justamente esa persona demasiado transparente para parecer interesante, no apta para la vida social pues no sabe construirse de acuerdo a las exigencias que dicha vida social tiene... con los sentimientos demasiado expuestos, luchando contra el desencanto que le produce constantemente el encontrarse con un otro siempre distinto a ella y con quien no tiene posibilidad alguna de establecer lazos.

Una película maravillosa sobre un ser tan natural, tan sencillo, que maravilla... una historia tan banal, tan superficial sobre un ser tan simple que deslumbra... Una película bien hecha, minimalista y cotidiana como una flor pequeñita que crece entre el pavimento... aparentemente sin posibilidad alguna de sobrevivir, pero que, gracias a Rohmer, logra convertirse en algo eterno. Mágico.

Algo que no debe olvidarse. Algo que debe buscarse y que no debe dejar de maravillarnos. Porque la belleza a veces es idiota y no esta hecha a base de grandes discursos o tremendos personajes.

Una película bella y milagrosa. Un verdadero rayo verde.

1 comentario:

  1. Ella trabaja en Cuento de Otoño y esta brillante. (y en varias más de Rohmer que tiene esa cosa de trabajar en conjunto a sus actores para diálogos e historia) Yo no lo quería demasiado a Eric, lo admito, la universidad me había obligado a Ver "Percival el galo" y como que fue conocerlo de la peor manera posible. Además de que sus otros colegas (godard, Truffaut, Resnais, Demy y Vardá)son taan pero tan tan interesantes que una piensa que "no hay manera de que tenga tiempo para ver todo" y Rohmer era algo que postergaba siempre hasta que en el Bafici 2008, consigo entradas para ver "Les amours d'Astrée et de Céladon" y ahí me llegó el amor por Rohmer, no como una aplanadora, sino como algo necesario para respirar un poco de "tanto cine tan alejado de las personas", sutileza es una palabra que define su arte, y porque no podía creer la vitalidad, la mirada fresca y juvenil que este director de como ochenta y pico tenia sobre la juventud. Me reí, me emocioné y la sala, a lleno total,se cayó de tantos aplausos. Jamás pensé que sería su ultimo film y que este 2010 se nos irian el y chabrol. Jamás. Fue una de las peores perdidas, dentro de todas las que hubo este año, sobre todo porque siento que lo descubrí tan tarde.

    Excelente nota, me postearon el link (creo que ya la había leido pero no había comentado) en un post reciente que escribí sobre "tres romances en parís". http://500peliculas500dias.blogspot.com/2010/12/movie-364les-rendez-vous-de-paris-1995.html#comments
    Saludos!

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