viernes, 6 de julio de 2018

Yo escuchaba todo.


“Ahora dicen que no escuché, pero yo escuchaba todo. Estaba atento incluso a las señales, o al más mínimo de los avisos. Seis años viví de esa forma. Alerta. Escuchando. Transcribiendo lo que escuchaba. Transformando en signo hasta el viento que se filtraba bajo la puerta. Seis años viví así. Sé de lo que hablo. Y no son pocos seis años. Algunos me critican y piensan que saben lo que significan seis años. Y hasta dicen que saben lo que significa escuchar. ¿Saben acaso que escuchar significa perder los otros sentidos? ¿Saben que la vida se puede perder escuchando únicamente, por seis años? Y es que hasta el mundo busca el diálogo. Y claro, cuando uno escucha simplemente el mundo se disgusta. Quiere oír. Quiere replicar. Escuchar la esperanza y lanzar el trueno. Porque de esa forma dialoga el mundo. Yo en cambio lo dejé hablar. Transcribía todo, pero fingí que no escuchaba. Comprendí los signos de la lluvia. Del rayo. De la tormenta. Aprendí de cierta forma el lenguaje del mundo. Aunque claro, no devolví mensajes. No participé del diálogo. Acepto eso. Pero no digan que no escuché. No digan que no estuve en el mundo. Seis años estuve de esa forma. Puedo incluso revelar lo que dijo y no podrán negarlo. Yo escuchaba todo.”

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