-¿Lleva libros en el bolso?
-¿Qué dice?
-Que si lleva libros en el bolso.
-Ah… sí. Libros.
-Al principio pensé que se trataba de un muerto… es
por el bolso quizá… me refiero a que toman la forma de un muerto…
-Entiendo, pero son libros.
-Claro, lo noté después, fui torpe, ¿no cree…?
-…
-Igual no es tan distinto en todo caso… me refiero
a la sensación… y al peso… ¿me dejaría probar el peso del bolso?
-¿Acaso puede compararlo…?
-No se apure, es solo para probar, calcular…
después de todo tenemos para una hora antes del próximo tren… ufff… es pesado…
-Lo sé. Es un bolso especial. Otro se habría roto.
-Sí… Uff… ¿Sabe…? Estaba pensando… un muerto
también debe cargar libros dentro… ¿no cree? Me refiero a que muere con
palabras sin decir… historias… ¿acaso pesará menos un hombre que lo ha dicho
todo…? Ja, ja… que tontera… no me tome en cuenta…
-No lo hago.
-Cómo sea… tampoco se moleste, es peor para los dos
y estaremos aquí harto rato…
-…
-¿Me tomaría en cuenta si le digo que sí he cargado
un muerto en un bolso?
-¿Qué dice?
-Ya escuchó… y hasta es verdad… una vez cargué un
muerto en un bolso…
-No diga estupideces.
-No es una estupidez… lo que pasa es que yo no lo
sabía, claro… y además se trataba de un cuerpo pequeño, un recién nacido…
-…
-Suena increíble, ¿no cree…?
-…
-Yo también puedo tener historias como cualquiera de
esos libros…
-¿Quién era el muerto?
-Un recién nacido, ya le dije… Verá, hubiese sido
mi sobrino… es decir, mi hermana dio a luz y metió al niño entre unas ropas y
me lo metió en el bolso… yo tenía que viajar fuera de Chile, esa vez… es una historia
larga…
-Pero el niño… ¿estaba muerto cuando lo metieron al
bolso?
-No veo en qué afecta la historia aquel detalle… el
punto es que cuando yo me di cuenta estaba
muerto… de todas formas supongo que sí… pues no hizo ningún ruido ni
movimiento ni nada…
-¿Y qué hizo con él?
-Con el cuerpo… bueno, pues si quiere que sea
sincero no recuerdo bien… sé que lo dejé
en algún lugar, con cuidado… apoyado junto a un árbol, creo… Y es que no podía
viajar con él… ¿se imagina?
-¡¿Es cierto lo que cuenta…?!
-Claro que sí… ¿por qué tendría que mentirle? Véalo
usted desde este punto de vista: mi hermana tiene un hijo muerto, digamos, ella
está mal y está algo loca y yo voy a hacer un viaje por lo que tengo un bolso.
Entonces ella, enojada por mi partida, mete entre mis ropas el cuerpo de aquel
niño… por último, yo me doy cuenta durante el camino y lo dejo contra un árbol…
-Nada es tan fácil cómo lo cuenta….
-Todo es fácil… el que se complica es usted… Todos
nacemos y morimos, además… son las únicas cosas que no podemos hacer dos veces…
-…
-Sus libros son distintos, en cambio… piense que
puede leerlos cuántas veces quiera… no son cadáveres cuando ya se leyeron una
vez, ¿o sí?
-…
-¿Por qué me mira así?
-No puedo creer que hable de mis libros de nuevo,
después de contar que cargó a un bebé muerto.
-Sigo pensando que usted se complica la
vida demasiado… ¿señor…?
-Vian.
-¿Vian?
-Sí. Vian.
-¿Qué extraño…? No me va a creer, pero así se
llamaba mi sobrino muerto…
-Usted está jugando conmigo…
-No, se lo aseguro… una vez cargué con un bebé
muerto en un bolso… un niño llamado Vian… el cuerpo lo dejé apoyado junto a un
árbol. Años después me encontré con un hombre que cargaba libros y que llevaba
el mismo nombre… ¿le gusta como historia?
-No se trata si me gusta o no…
-¿Se trata de que sea verdad? ¿Me está queriendo
decir eso?
-Pues en parte sí, la idea es que si lo hablamos
sea verdad…
-¿Y si lo leemos no importa que sea mentira?
-¿Le molestan mis libros, acaso? ¿Por eso tiene que
inventar esas historias absurdas?
-No me molestan sus libros. Me molesta que crea más
en sus libros que en la historia que puedo contarle…
-¿Quiere que le crea que cargó un niño muerto que
se llamaba como yo y que dejó el cuerpo junto a un árbol…?
-Sí. Exactamente.
-¿Y qué sucede si le creo?
-Sucede que usted estará a un paso de entender
mejor quién es usted mismo…
-…
-Créame, Vian… yo lo abandoné a usted muerto, junto
a un árbol, cuando usted era un bebé…
-…
-Usted no debiese estar acá… usted…
-Yo voy a tomar ese tren, simplemente. No voy a
discutir nada más.
-Usted va a despertar antes de tomar ese tren, Vian…
y absurdamente va a sentirse aliviado y luego querrá escribir todo para
ordenarlo, y dejará la mitad afuera…
-…
-Créame, Vian… usted se vaciará para estar liviano…
siempre es así con los de su tipo.
-…
-A todo esto, ¿está seguro, todavía, que llevaba
libros en el bolso…? ¿No cree que es ese un buen comienzo para la historia?
-No lo creo.
-Da igual, Vian. No te esfuerces. Será ese.
Se logró el "vaciado", imagino...
ResponderEliminarSaludotes!