-¿Y entonces…?
-Entonces el hombre baja del auto y decide caminar
hasta encontrar algún teléfono, o alguien que esté dispuesto a ayudarlos…
-¿Y la familia del hombre se queda en el auto?
-Claro, en una carretera seca, llena de curvas…
quizá a oscuras. La mujer puede que salga del auto, a encender un cigarrillo,
apoyándose en la puerta.
-¿Y los hijos?
-Los hijos duermen, o fingen que duermen, dentro
del auto.
-¿No intentaron empujarlo?
-Sí, pero solo lo sacaron de la carretera. Nadie pasa
por aquel lugar a aquellas horas…
-¿Y luego?
-Luego el hombre avanza. No encuentra a nadie.
Oscurece. Hasta que ve una luz.
-¿Una casa?
-Puede ser. Una pequeña, quizá... O un conjunto de
casas. Casi todas vacías… salvo la que tiene luz.
-¿Y qué hace?
-Se acerca a la casa, claro. Pero está a mal traer.
Cansado, en medio de la noche, sabe que no da buena impresión, así que llega y
golpea a la puerta con cuidado.
-¿Le abre alguien?
-Sí. Una mujer. Una mujer mayor. Débil, incluso. Desconfiada.
-Hmm…
-Él entonces le explica. Su auto averiado. Allá
lejos. Quizá pida un poco de agua. Pero ante todo disculpas. No quisiera
molestar, pero él tiene a su familia, allá, explica… Pide usar el teléfono,
pero ante todo está pidiendo que le crean…
-¿Y la mujer le cree?
-La mujer desconfía. Se asoma incuso para mirar a
ver si se ve el auto, pero él hombre le dice que está más lejos. Tras varias
curvas. Y claro, cuando habla, pareciera que le habla casi de otra vida…
-¿De otra vida?
-Sí. De otra vida. Es que de cierta forma la
desconfianza de la mujer lo hace dudar también a él. Y es que está la noche. Y el
cansancio. Quizá hasta tenga fiebre... Tal vez de verdad sea un asesino, piensa
entonces, que se ha inventado la familia… Y claro, él mismo voltea a mirar su
auto y se pregunta si existe realmente una vida
propia, tras aquellas curvas.
-¿Y…?
-Entonces busca sensaciones. Porque claro,
recuerdos tiene. Aunque todo es medio borroso... Así, incluso el rostro de su
mujer le parece un invento. Acabo de dibujar ese nombre, piensa, y quiero
engañar a esta mujer… soy un asesino…
-¿Y…? ¿Le dejan usar el teléfono, finalmente?
-Sí. Tras un largo rato. La mujer también le lleva
agua. Entonces el hombre marca un número que le indica la mujer, pero se queda
callado cuando le contestan. Luego corta.
-¿Y qué hace la mujer?
-La mujer no ha dejado de mirarlo. Lo ve colgar el
teléfono y piensa que se ha equivocado. Ese hombre vino a matarla, piensa. Aunque claro… quizá solo la amarre y le exija
le entregue todo lo de valor… pero entonces, ella misma parece confundida y no
sabe bien qué tiene… Y claro, hasta piensa que se lo merece… Es decir, ella
tampoco ha sido buena… Quizá también dejó entrar a ese hombre con otra
intención, se dice… Quizá si ese hombre la mata simplemente se haga justicia…
-¿Pero le hace algo finalmente? ¿La mata?
-No es importante... Y no lo sé, de hecho. Es decir,
la cámara se aleja y enfoca todo en sombras… transmitiendo a los propios
receptores esa sensación de duda… Incluso, puede haber una sombra esquiva, una
toma donde quizá uno pueda imaginarse que el hombre aún no se atreve a llamar,
aún no duda… aún piensa que es quien era hasta antes de matar a la vieja… todo
son posibilidades, eso sí, como si las curvas hubiesen sido realmente cruces de caminos…
-¡¿Pero entonces la mató o no la mató…?!
-Es una posibilidad. Pero hay muchas. Yo me la
juego porque no regresa. Porque duda de sí y se va. Pero solo a través de un
movimiento de cámara. Una toma que se mueva hacia la dirección opuesta desde
dónde venía el hombre… Enfocar la carretera. Avanzar. No importa que esté vacía…
¿se entiende?
-El problema no es que se entienda o no… el
problema es que una película no se sostiene en base a dudas, sino a certezas.
-Quiere entonces que el hombre mate a la mujer, o
que la mujer saque una escopeta y lo ataque…
-No es eso, Vian… lo único que quiero es una idea
que se sostenga, un guión tradicional, ¿me entiendes?
-Sí. Entiendo.
-¿Puede hablarme cuando tenga algo así?
-De acuerdo. Le hablaré apenas ordene mis ideas y
me haga de algo que le sirva.
-Es un trato, entonces. Usted me llama.
-De acuerdo. Y hasta luego. Gracias por la
oportunidad.
-No es nada. Descanse.
-Yo voy a avanzar en una prueba y ver si alcanzo a
dormir un poquito.
-¿Y está seguro que eso es usted?
-¿Cómo…? ¡¿A qué se refiere…?!
-No importa… a nada… Vaya mejor
a trabajar.
-De acuerdo… hablamos pronto…
Etc.
Buena peli!
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