miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tan cerca los unos de los otros.


Armo un ventilador que no funciona.

Lo intento, pero no enciende.

Casi, pero no enciende.

Tan cerca.

Tanto que a veces quedas junto al frente.

Y no funciona.

Y uno quiere explicar, pero no.

Tan cerca, pero no.

Entonces desarmo el ventilador.

Lo llevo de vuelta a la tienda.

En la tienda hay también una mujer.

Tan cerca.

Y claro, ella tiene un ventilador, en otra caja.

¿Tampoco?

Tampoco, digo yo.

Ella sonríe. O casi.

Siempre casi.

Ni siquiera fue un regalo, dice ella.

¿Tampoco?

Tampoco.

A veces yo misma, ¿sabe…?

¿Qué?

A veces yo misma me regalo, dice ella.

Apoyamos un ventilador en el otro.

Tan cerca.

El vendedor pregunta si venimos juntos.

Decimos que no.

Que no sabemos si venimos juntos.

El vendedor sonríe.

¿Funcionó…? pregunta.

No.

O casi.

Decimos.

Debemos llenar papeles.

Atrás de un escritorio, firmamos.

Tan cerca.

Escribimos nuestros nombres con un mismo lápiz.

Es todo como un rito.

Una unión, casi.

Siempre casi.

Vivimos cerca, dice ella.

Sonreímos.

Somos torpes.

El vendedor ofrece nuevos ventiladores.

Yo no sé.

Ella parece consultarme.

Mis decisiones siempre son equívocas, le digo.

Ella comenta que es lindo equivocarse.

A veces.

Entonces ella elige una maleta.

Viajo mañana, me dice.

Vacaciones.

No te vayas, digo yo.

No es lindo equivocarse.

Tan cerca.

El vendedor vuelve a ofrecerme cosas.

Ella dice que vuelve en tres semanas.

Que quizá.

Que vivimos cerca.

Yo le digo que es ahora.

Ella queda en silencio.

Tan cerca.

Siempre casi.

Entonces pido de regreso el ventilador.

No importa que esté malo.

Mi vida tampoco funciona muy bien, comento.

Ella sonríe.

Cargo al ventilador como a un hijo muerto.

Ella habla por teléfono y me dice que espere.

Yo no espero.

Rompen mis datos.

Mi nombre se hace pedazos.

Ella vuelve a decirme que espere.

Tan cerca.

Yo me voy, sin embargo.

Casi huyo.

Luego estoy en casa.

Entonces armo nuevamente el ventilador.

Y funciona.

No se por qué, pero funciona.

Tan cerca.

Esto es todo lo que necesito, me digo.

El aire me llega al rostro.

No es cierto.

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