Si es mentira y me lo creí pareceré un tonto, pero
lo voy a contar igual. Me refiero a una historia que revela en unas entrevistas
Boris Vian referida a un chef lituano que era, además de un buen chef, un
eximio intérprete literario.
Y es que el chef en cuestión -de quien no logré
averiguar su verdadero nombre-, era capaz, según Boris Vian, de transformar
cualquier libro, o hasta fragmento literario, en una preparación culinaria
plenamente original y específica.
Así, por ejemplo, si alguien le decía La Iliada, canto primero, el chef
lituano preparaba inmediatamente un solomillo al limón con papas asadas en
salsa de jengibre, plato que, al probarlo, coincidía exactamente con la
sensación que transmitía –según Boris Vian, al menos-, aquella lectura.
Lo extraño, sin embargo, es que este personaje
anecdótico -y aparentemente ficticio según era costumbre de Boris Vian-,
aparece también mencionado en la biografía de Jeanne Moreau y hasta en un
documental sobre Jean-LucGodard, que vi hace unas horas.
Así, Jeanne Moreau cuenta que basándose en un libro
de Henri-Pierre Roché, el chef lituano habría preparado un guiso de berenjenas
relleno con legumbres, carne de jabalí y frutos rojos… que habría sido una
extraña delicia y que logró fascinar al mismísimo Truffaut, convenciéndolo de
filmar, posteriormente, Jules &Jim, a partir de otro de los libros de aquel
mismo escritor.
Por último, en el documental sobre Godard que acabo
de ver, aparece mencionado un chef armenio con igual talento –yo supongo que se
trata del lituano-, quien habría cocinado una serie de platos para un banquete
basándose en distintos libros o fragmentos bíblicos.
Y claro, observo entonces en una fotografía filmada
en el documental, la foto de un chef al lado de Godard, con una Biblia en la
mano y mostrando una serie de platos sobre una mesa larga, cubierta con
manteles y adornos varios… imagen que es, por cierto, la única referencia
visual que tengo sobre aquel personaje.
Ahora bien… ¿por qué creen ustedes que cuento
esto…? ¿Se hacen una idea?
Mejor lo confieso de inmediato: Soy yo el que aparezco junto a Godard en
aquella foto.
Y es que es borrosa, es cierto… pero además del
parecido el chef lituano tiene en una de sus manos un objeto de metal
inconfundible, que yo mismo construí hace algún tiempo…
Así, quizá sería correcto concluir que, yo, Vian,
fui también el chef lituano de Boris Vian… y que no hay duda de aquello.
Por otro lado –y aunque los escépticos cuestionen
mi descubrimiento-, también concluí que el mundo, tal como lo concebimos, ha
empezado de a poquito a morderse la cola… y que ya es hora que en los últimos
platos, vayamos añadiendo un poco de veneno para ratas, para acelerar el
proceso.
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