Pueden hacer lo que quieran:
cavar,
llorar,
enterrar las uñas en la tierra…
pero esta tumba está vacía.
Así, la verdad resulta ser simple
y evidente:
nada hay
bajo la superficie.
Sé que les han dicho
otras cosas
y que buscarán
sin tomar en cuenta mis palabras…
pero lo cierto
es que han entendido mal
el mensaje.
Y es que no es bajo la piel,
ni bajo la tierra…
ni siquiera en vuestra sangre:
la misión encomendada
estuvo siempre a simple vista…
Y claro…
puede que se resistan a creerlo,
pero todo es simple:
Ni siquiera hay tumba.
Así,
en vez de salvar a los que lloran,
yo les vengo a decir
que son justamente ellos
los que no necesitan
ser salvados…
Ocúpense mejor
de los que ríen,
de los que no saben…
de los que se olvidan a sí mismos…
Y es que ellos son los que,
creyéndolos superficiales,
se han alejado justamente
de la superficie…
Pero claro…
les decía en un inicio
que son libres ustedes
de hacer lo que les plazca…
yo solo quise advertirles…
Y es que igual como un niño
arruina un reloj
para comprender el tiempo,
ustedes entierran sus uñas en lo vivo
para buscar tumbas…
¡Cuánta insensatez
y despropósito…!
Porque es cierto:
todo ha sido dicho,
pero a veces olvidamos
que hasta las mismas palabras
pueden de pronto sorprendernos
y cambiar su sentido...
Esta tumba está vacía.
:)
ResponderEliminarFelicidades también.
Gracias por el saludo.
Me gusta el texto.... Feliz año nuevo, muchos saludos y cariños....
ResponderEliminarGracias, igualmente... aunque ya está subido el otro, más fresco. :)
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