martes, 31 de enero de 2012

La unión entre dos puntos.



I.

-Yo antes creía que el tiempo era otra cosa –me dijo-. Algo así como una línea recta, la unión entre dos puntos, ya sabes…

-¿Qué cosa?

-Que para entender es necesario ordenar, buscar el camino más corto… la distancia más corta entre dos puntos, ¿acaso no has escuchado esa frase?

-Claro que sí.

-Pues bien, yo creía eso respecto al tiempo… bueno, todos creemos eso, se supone, pero hay errores básicos al formular aquello.

-¿En la idea de líneas rectas?

-Claro, pero incluso antes de eso…

-¿Antes? ¿En la idea de avanzar?

-Sí, también en eso, pero me refería a los puntos.

-¿Qué puntos?

-Todos los puntos…. La idea del punto…

-¿Los que supuestamente unen las líneas rectas?

-Y los que las forman, no te olvides de eso.

-¿Y en qué crees si no crees en los puntos, ni en las líneas, ni en el tiempo…?

-Yo no he dicho que no crea en el tiempo, solo que no en la representación de este como una línea, o relacionado con la idea de avance…

-¿Y entonces?

-¿Entonces qué?

-¿Qué sucede con el tiempo?

-Nada sucede –me dijo-. Absolutamente nada.


II.

Viajo con mi hijo en un bus. El bus se desplaza a 100 kilómetros por hora. Mi hijo camina por el pasillo del bus. Luego vuelve a sentarse.

-No camines tan rápido –le digo-. Ibas caminando a más de 100 kilómetros por hora.

Él me mira y luego se pone a leer una revista.

-Es mentira –me dice tras terminar la lectura.

-¿Qué cosa?

-Que esté caminando.

-Claro –le digo-, ahora estás sentado.

-Eso también es mentira –me dice.

Entonces el bus llega a un lugar desde el cual volverá a salir tras unos cuantos minutos.

Él sigue durmiendo.


III.

Vivimos en un mundo que se mata para no ser muerto, anoto en una libreta.

Inventamos líneas rectas, inventamos puntos, inventamos formas de entender, escribo.

Y es que el asunto es no vivir sin comprender, y sin llorar la muerte que acontece siempre, concluyo.

2 comentarios:

  1. ¿Qué necesidad hay que ponerle un principio y un fin a todo? El ser humano, que se empeña en adueñarse de todo cuanto ve... ¡hasta del tiempo! Y es el tiempo quién lo tiene dueño a él.

    ResponderEliminar
  2. Visión cartesiana del mundo.

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales