miércoles, 11 de enero de 2012

"La vida ida"



Todas decían que él era un artista
mientras yo, simplemente,
me emborrachaba.

-¡Es tan sensible…!

-E inteligente…

-Y hasta huele bien…

Comentaban las mujeres.

Yo, en tanto,
buscaba respaldo en los otros hombres
para decir algo en su contra,
pero me di cuenta entonces
que yo era el único del género
que iba quedando en el lugar.

-Tú debieras ser como él,
me dijo entonces una chica.

-Todos los hombres debieran
ser como él,
la corrigió otra.

Y claro,
yo también había ido a ese lugar
a leer mis textos,
pero como siempre
había terminado por emborracharme
negándome a leer nada
y evitando incluso,
en última instancia,
el contacto con los otros.

-La vida…

Escuché entonces que decía el artista

-¡La vida ida!

Remataba.

-¡Impresionante!

-¡Profundo!

Y luego todos quedaban hablando sobre aquello:

“La vida ida”

repetían .

Y claro,
agregaban entonces que era indiscutible
el talento que tenía aquel hombre
para decir la verdad
en tres palabras.

-No podrás negar esa verdad,
me decían.

-Tienes miedo de reconocer su genio,
agregaba otra.

-Tampoco a Cristo lo comprendieron,
remataba una tercera.

El poeta, en tanto,
se iba hacia un cuarto de atrás
con una de las chicas
y todo volvía a quedar en calma.

Y claro,
esa era entonces mi oportunidad
si quería algo más que emborracharme,
pero lo cierto
es que no quería nada más
que emborracharme,
por aquel entonces.

De hecho,
ahora que lo recuerdo,
creo que esa rutina
se fue repitiendo varias veces,
y solo variaban
los versos profundos.

“El silencio silencioso”

“Los batipoemas”

“La oscuridad estomacal…”

Me hice mierda el hígado,
en resumen,
a diferencia de los otros
que supuestamente
arriesgaban el corazón
en todo aquello.

Hoy,
sin embargo,
debo reconocer que mi opción
no me hizo mejor
que ninguno de ellos,
y que no exponer el corazón
en esa farsa
tampoco me llevó
necesariamente
a un sitio verdadero.

Algunos publicaron sus libros.

Otros están becados en Europa.

Y es que ellos son los artistas
mientras yo estoy siempre al borde
de volver a ser
aquel borracho…

“La vida ida”,

pienso ahora,

no era un verso tan falto de verdad
después de todo…

1 comentario:

  1. La que ya vivimos???
    La que no fue???

    Al menos nos queda el presente y a veces el futuro...

    Saludos Señor Vian

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