I.
Ante todo
nada de heroísmos innecesarios
pues el chaleco salvavidas
es exclusivamente personal
e intransferible.
No se tiente, entonces,
con la idea descabellada
de intentar salvar a otro;
si hemos de salvar a alguien
que sea a nosotros mismos.
Nada de tender la mano,
olvídese del prójimo
rehúya los sacrificios:
todo forma parte de un engaño.
II.
Está prohibido rezar
si usa chaleco salvavidas.
No funciona con crucifijos
ni con budas
ni con imágenes de cualquier tipo.
Por lo mismo
escoja bien su Dios,
o en qué creer,
antes de iniciar el viaje.
Yo le recomiendo,
por cierto,
el chaleco salvavidas.
III.
Si bien su funcionamiento
es 100% objetivo,
es posible que el chaleco salvavidas
no rinda de la mejor forma
si ha sobrecargado usted
su propia vida
de cosas innecesarias.
Por esto,
se hace recomendable
que no cargue con aquello
que no forma parte
de usted mismo.
Vacíe entonces los bolsillos,
la billetera
y hasta el corazón
y asegurará así
un perfecto funcionamiento
de este equipo.
IV.
Por último,
si conociendo usted los riesgos
asociados al mal uso
del chaleco salvavidas,
desea ir por el mundo
asumiendo sus peligros,
permítame advertirle
que no hay vuelta atrás
en su conducta.
No se aceptan alegatos
ni lloriqueos
ni otras conductas vergonzosas,
cuando sobrevenga la catástrofe.
Pierda la vida entonces,
crea en el prójimo,
tienda la mano…
Yo solo quería advertirle
sobre los riesgos
de su propia tibieza.
Genial!!
ResponderEliminarjejeeje...muy atinados consejos... aunque algo egoístas, claro!
ResponderEliminarUn abrazo sin salvavidas!
Sospecho que aquí hay "algo" de ironía...
ResponderEliminarEl dibujo me recordó a la película "El club de la pelea".
Saludos señor Vian
Hola, me gusto bastante lo irónico. Yo quiero comenzar proyectos ilustrando mini cuentos, si tienes algunos podriamos trabajarlos. Te tinca?, saludos.
ResponderEliminarbuenísimo! es tuyo?
ResponderEliminarme recordó las instrucciones de Cortazar.
saludos!
Sí, son míos. Y gracias. Habría que ver lo de las ilustraciones... :) Saludos.
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