Algunos creen que grito,
pero en verdad
solo estoy susurrando.
Así,
voy guardando fuerzas,
para cuando realmente
sean necesarias.
Además,
las noticias que traigo
no siempre son recibidas
de la mejor forma…
y los hombres pasan por ellas
sin pensar que quizá algún día
les harán falta.
Por lo demás
no soy solo yo
quien susurro,
y el mundo entero juega
a que es en serio:
lanza tormentas,
provoca sequías,
y la gente se desespera gritando
la palabra catástrofe…
Pero claro,
el mundo también está susurrando,
por lo que el sufrimiento mezquino
de algunos individuos
resulta patético,
igual que sus corazones ingenuos
que se desgarran por nada.
Poco importa entonces
si el hombre arrepentido
permanece inmóvil bajo la lluvia,
pues el agua nada limpia
y todo va siempre
a dar al vertedero.
Y claro,
el mundo se llena así
de esas verdades pequeñas…
y la gente habla de Dios
y del fin de los tiempos
y hasta grita sin gritar
porque supuestamente
se avecina la gran catástrofe.
¡Si supieran…!
¡Si comprendieran que estos apenas
son susurros…!
¿Saben ustedes acaso
qué cosas pasarían…?
Y no es que quiera advertirles,
no crean…
pero guarden desesperación
y coraje
para el verdadero momento…
Amárrense al mástil
Liberen al esclavo que hay en el corazón
Denle orden de matar todo aquello
que parece sernos importante,
sin serlo…
¡Y es que no tiene por qué llorar
a su hijo muerto, señora…!
Iba simplemente a ser otro más
del montón…
y tarde o temprano
un muerto…
El grito aún no comienza
y este es apenas un ensayo…
Todo lo demás tiene,
sin embargo,
todavía menos importancia.
pero en verdad
solo estoy susurrando.
Así,
voy guardando fuerzas,
para cuando realmente
sean necesarias.
Además,
las noticias que traigo
no siempre son recibidas
de la mejor forma…
y los hombres pasan por ellas
sin pensar que quizá algún día
les harán falta.
Por lo demás
no soy solo yo
quien susurro,
y el mundo entero juega
a que es en serio:
lanza tormentas,
provoca sequías,
y la gente se desespera gritando
la palabra catástrofe…
Pero claro,
el mundo también está susurrando,
por lo que el sufrimiento mezquino
de algunos individuos
resulta patético,
igual que sus corazones ingenuos
que se desgarran por nada.
Poco importa entonces
si el hombre arrepentido
permanece inmóvil bajo la lluvia,
pues el agua nada limpia
y todo va siempre
a dar al vertedero.
Y claro,
el mundo se llena así
de esas verdades pequeñas…
y la gente habla de Dios
y del fin de los tiempos
y hasta grita sin gritar
porque supuestamente
se avecina la gran catástrofe.
¡Si supieran…!
¡Si comprendieran que estos apenas
son susurros…!
¿Saben ustedes acaso
qué cosas pasarían…?
Y no es que quiera advertirles,
no crean…
pero guarden desesperación
y coraje
para el verdadero momento…
Amárrense al mástil
Liberen al esclavo que hay en el corazón
Denle orden de matar todo aquello
que parece sernos importante,
sin serlo…
¡Y es que no tiene por qué llorar
a su hijo muerto, señora…!
Iba simplemente a ser otro más
del montón…
y tarde o temprano
un muerto…
El grito aún no comienza
y este es apenas un ensayo…
Todo lo demás tiene,
sin embargo,
todavía menos importancia.
A!
ResponderEliminarApocalíptico. Logra inquietar...
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.