viernes, 3 de julio de 2020

De casualidad.

De casualidad encuentro unos textos viejos. Ya ni los busco, pero de vez en cuando los encuentro. Los he dado por perdidos por distintas razones, muchas de ellas válidas. Un computador que me robaron hace años se fue con cosas que sé no estaban en otro sitio. Pequeños textos, como los que encontré, quedaron dando vuelta por ahí. Todos muy antiguos. Algunos incluso de tiempos escolares. Un grupo de ellos los encuentro en un mail que ya no uso. Tienen un tono distinto, aunque me reconozco en ellos, como en fotos viejas. Me avergüenzan todos por razones distintas. Unos más que otros. También me enorgullecen, claro, y hasta algunos los recuerdo con cariño. Todo es una mezcla de sensaciones. No sé bien. Lo cierto es que los miro y me es complejo leerlos. Los dejé ir y no se fueron. Hay algunos bien hechos, pero en este espacio me alejo de lo "bien hecho", así que los vuelvo a guardar. Comparto acá, en cambio, el más caótico de todos. Un amigo lo transcribió, según recuerdo, desde una grabación antigua. Yo lo leo y recuerdo como sonaba. Puede, sin embargo, que el ritmo no se le pueda encontrar. Recuerdo que había algo contenido, cuando lo leía. Algo también cercano a la rabia. Acá está sin espacios intermedios y casi sin puntuación. Tal como lo encuentro. Tal como él me encuentra.

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Yo tenía cinco años y estaba en la bañera
Era una bañera de plástico que mamá ponía dentro de una tina más grande
No recuerdo que nadie nunca se hubiese bañado en esa tina
Sí recuerdo en todo caso las cortinas de casa en su interior alguna vez
Y mis manos hundiéndolas hacia el fondo como si intentase ahogarlas
El punto es que yo tenía cinco años y estaba en la bañera
Mamá y papá discutían en otro sector de la casa
Papá había vuelto hacía poco y no lograba conseguir trabajo
Y yo nunca llevaba juguetes a la hora del baño
No sé que tiene esto que ver salvo que en la bañera había un objeto
Un termómetro que marcaba la temperatura del agua
A veces tenía que esperar afuera hasta que indicase que el agua estaba tibia
Y mientras mamá me enjabonaba la espalda yo solía imaginar que aquel objeto podía ser un barco
Claro que esta vez mamá discutía con papá y yo intentaba a solas enjabonarme la espalda
Pero mis brazos no alcanzaban algunas partes
Y yo tenía algo de miedo de quedar sucio
De que quedase alguna mancha en mí y mi madre se enojara
O entristeciera
Recuerdo que puse un paño enjabonado en un borde de la bañera
Y que intenté arrastrar mi espalda así como hace un oso entre los árboles
Claro que yo no era un oso y la bañera estaba resbalosa
Así que por más que lo intentaba terminaba siempre golpeándome en la nuca
Entonces me quedé un momento tendido así
Con el cuello apoyado en un borde del plástico
Mientras mis padres seguían discutiendo a pocos metros de distancia
Y las voces retumbaban en el baño un poco más fuerte cada vez
Aunque ahora que lo pienso
Yo no sé realmente en qué ponía atención
Pues no podría decir sobre qué discutían mis padres
De lo que tengo recuerdo es del termómetro en medio del agua
De ir viendo poco a poco como la temperatura descendía
Y que yo lo sacaba y lo ponía una y otra vez en el agua
Sin saber para qué
Como la bañera era pequeña recuerdo también que yo solía sacar mis pies
Y que observaba mis dedos moverse como si tuviesen vida propia
Ahora entiendo que yo les envidiaba aquella vida
Aquella vez en la bañera
Yo esperaba a mi madre que viniese por mí
Que me envolviese en la toalla y sacudiese fuerte mi pelo como si sacara brillo de un zapato
No sé cuanto tiempo pasó, pero el caso es que mamá no llegó a secarme aquella vez
Y mientras esperaba, miraba mis dedos arrugarse e imaginaba que envejecía
Que la vida se hundía y levantaba como el barco-termómetro que me rozaba la piel
Creo que fue entonces cuando noté que todo estaba en silencio
Miré el termómetro de agua como si fuese aquél un reloj
Un indicador que revelase que todo había quedado en pausa
Recuerdo que el mercurio estaba en su nivel más bajo y permanecía detenido
No recuerdo mucho más
Salvo que mamá me regañó esa noche porque había dejado todo húmedo
Porque no había enjuagado la bañera
Y la había colgado tal cual de un clavo que estaba en la muralla
Incluso me regañó por la toalla mal colgada
Pero en verdad yo no alcanzaba a hacerlo mejor debido a mi estatura
Papá no estaba en casa cuando yo salí del baño y era de noche
Y yo sentía que todo era injusto
Tanto así que me negué a rezar cuando mamá me lo pidió
Ella se puso a un costado de la cama y me secaba el pelo con el secador
Decía que no convenía dormirse con el pelo mojado
Entonces me pidió que rezara yo por ella aquella noche
Me dijo que pidiera por el trabajo de papá
Y que diera las gracias porque yo ya era grande
Porque había aprendido a bañarme solito
Y quizá aprendiese pronto también a dejar el baño en condiciones
Eso dijo y me pasó el secador para que yo terminase de secarme
Mientras ella iba a trapear el baño
Yo miré el secador y sentí brotar de él un aire tibio
La temperatura exacta para que pasara desapercibida por mi piel
Entonces recuerdo que moví el indicador del secador
Hasta que el aire caliente me dejó doliendo la cabeza
Luego lo cambié a la posición más fría
Y abriendo un poco mi pijama esparcí aquel aire por mi piel
Recuerdo que sentí rabia por todo lo que fuera tibieza
Por todo aquello que pasaba sin dejar huellas
Como la vida de las plantas
Apagué el secador y fingí dormir
Mamá pasó luego y me tapó suavemente hasta los hombros
Y juntó la puerta
Luego me levanté en silencio
Abrí la ventana de mi cuarto y me destapé hasta la cintura
Tenía frío
Pero era quizá la primera vez que era consciente de ese frío
De las huellas que en mí iba dejando el aire que entraba por la ventana
Creo que fue al día siguiente cuando mamá metió las cortinas en la tina
Aunque en realidad se trataba de unos visillos blancos que estaban sucios por el polvo
La bañera estaba colgada en la muralla y la tina grande se llenaba con los visillos dentro
Entonces hundí mis manos en el agua helada
Y busqué hundir todo aquello hasta el fondo mismo del agua
Con rabia
Restregando incluso el fondo de esa gran tina
Como si apretase el cuello de una novia que lucha por salir a flote
Desesperada
Como si quisiese ahorrarle una vida que no valía la pena
Como si quisiese dejarle en claro que aquello era lo mejor para todos
Ahora pienso que quizá aquella fue en verdad mi primera novia
Y el acto de meterme al agua sobre ella
Mi único acto de amor
Mamá me encontró más tarde y frotó mi cuerpo con ardor
Incluso me besó cuando vio que respiraba normalmente
Pero en verdad, ya todo estaba consumado

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