domingo, 30 de diciembre de 2018

Un caballo de Troya,


Soñé que era un caballo de Troya.

No sé si el original, pero era yo un caballo grande, de madera.

Llevaba en mí un gran número de personas ocultas, al parecer armadas.

Me costaba comprender la situación, por cierto, pues tal como decía, yo solo era un caballo de madera.

Me arrastraban otros hombres, y al parecer tenía ruedas en mi base.

Había gran alboroto y música cuando me recibían.

Todos hablaban de lo bello que era

Pero yo –como todos-, ignoraba cómo era realmente.

Pasó entonces el tiempo y hubo frío y todo se volvió silencio.

Entonces, se abrió mi vientre y comenzaron a salir de él los que iban escondidos.

Escuché sus voces y hasta el sonido de sus armas.

Poco después comenzó el caos.

Se escuchaban gritos y sentía el fuego, ardiendo en la ciudad.

Voces de mujeres y niños pidiendo por sus vidas se escuchaban en las calles.

Yo, en tanto, estaba vacío, intentando comprender qué pasaba.

Entonces, sentí que alguien volvía a meterse en mi vientre y cerraba por dentro.

Yo no podía entender a qué había regresado.

La persona al parecer estaba herida, aunque luego se quedó quieta y perdió su temperatura.

Entonces el fuego llegó también hasta mí, y me quemé, mientras despertaba.

No recuerdo, aunque me esfuerce, nada más.

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