martes, 18 de diciembre de 2018

Un accidente.


Un amigo tuvo un accidente en moto.

Un auto adelantó a otro y de pasó chocó a mi amigo.

Según el informe mi amigo fue eyectado casi treinta metros y se estrelló contra otro vehículo.

Sufrió varias heridas graves.

La más notoria fue que le amputaron una pierna.

La moto extrañamente, no sufrió mayores daños.

Por lo mismo, semanas después, obtuvo por ella un buen precio.

Con el dinero de la venta, más un poco que reunimos, pagó una prótesis.

La encargó a Suecia, tras consultar a un gran número de expertos.

Envió las medidas y los detalles de los requerimientos.

Un mes después, aproximadamente, llegó la prótesis.

Nos juntamos varios en su casa, para armar la pierna.

Fue bastante difícil pues estábamos borrachos y la prótesis no parecía pierna.

Es decir, cumplía la función, pero no tenía la apariencia de una pierna.

Finalmente la armamos, aunque nos sobraron dos piezas.

Se probó la prótesis y encajó de maravilla.

Se puso de pie y uno de nosotros sacó el celular para grabar un video.

Intenta avanzar, le dijimos.

Él lo hizo.

Dio dos pasos, tambaleándose un poco.

Todo parecía funcionar bien.

Festejamos bebiendo unas cervezas.

Una de las piezas que sobró sirvió de destapador y con la otra le hicimos un llavero.

Seguíamos bebiendo cuando un par de tipos pasó corriendo por fuera de la casa gritando que había comenzado el fin del mundo.

Poco después comenzó el caos.

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