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Quiero nieve.
Una nieve tan bella
que adormezca.
Nieve como licor
como una droga blanca.
Nieve cayendo como en los cuadros de Hiroshige.
Nieve sobre un puente colgante,
como si cayese el silencio.
Quiero nieve tan bella
que te sea imposible
no mirarla.
Nieve para olvidar,
para limpiar…
para satisfacer unas sed secreta.
Una nieve que te devuelva
la fe en Dios
y en el ansia de belleza
de los hombres.
Quiero nieve.
Una nieve que te haga llorar
porque el paraíso que soñaste
está cayendo por fin
sobre nosotros.
Nieve que nos diga que el dolor
fue necesario
y fue semilla.
Una blancura que ayude a comprender
que los caminos pueden ser borrados
sin que nuestro sentido
se altere en lo más mínimo.
Nieve porque amaste
y perdiste lo que amaste.
Nieve que consuela.
Quiero nieve.
Nieve que revele
que no iban a ser los ovnis
ni el apocalipsis
ni el colapso nuclear.
Una nieve que demuestre
que lo que entendíamos por muerte
era un acto de redención,
de purificación final,
de comprensión…
Una nieve que revele
que el miedo fue infundado.
Quiero una nieve
tan blanca que nos ciegue.
Que haga cerrar las escuelas,
los trabajos
y las iglesias.
Nieve cuya belleza
nos dé vuelta,
y nos descubra.
Nieve que nos obligue
a sentir quienes somos.
A comprender lo que somos.
A amar lo que somos.
Una nieve que nos haga abandonarnos
a su belleza.
Quiero nieve.
Quiero que venga esa muerte blanca
que no es muerte.
Una nieve que cubra todo
y a todos.
Un planeta blanco
en medio del universo.
Un mundo purificado.
Muerto y renacido.
Un puente blanco
en medio del cosmos,
sin necesidad
de extremos.
Quiero nieve.
Una nieve tan bella
que adormezca.
Una nieve tan bella
que adormezca.
Nieve como licor
como una droga blanca.
Nieve cayendo como en los cuadros de Hiroshige.
Nieve sobre un puente colgante,
como si cayese el silencio.
Quiero nieve tan bella
que te sea imposible
no mirarla.
Nieve para olvidar,
para limpiar…
para satisfacer unas sed secreta.
Una nieve que te devuelva
la fe en Dios
y en el ansia de belleza
de los hombres.
Quiero nieve.
Una nieve que te haga llorar
porque el paraíso que soñaste
está cayendo por fin
sobre nosotros.
Nieve que nos diga que el dolor
fue necesario
y fue semilla.
Una blancura que ayude a comprender
que los caminos pueden ser borrados
sin que nuestro sentido
se altere en lo más mínimo.
Nieve porque amaste
y perdiste lo que amaste.
Nieve que consuela.
Quiero nieve.
Nieve que revele
que no iban a ser los ovnis
ni el apocalipsis
ni el colapso nuclear.
Una nieve que demuestre
que lo que entendíamos por muerte
era un acto de redención,
de purificación final,
de comprensión…
Una nieve que revele
que el miedo fue infundado.
Quiero una nieve
tan blanca que nos ciegue.
Que haga cerrar las escuelas,
los trabajos
y las iglesias.
Nieve cuya belleza
nos dé vuelta,
y nos descubra.
Nieve que nos obligue
a sentir quienes somos.
A comprender lo que somos.
A amar lo que somos.
Una nieve que nos haga abandonarnos
a su belleza.
Quiero nieve.
Quiero que venga esa muerte blanca
que no es muerte.
Una nieve que cubra todo
y a todos.
Un planeta blanco
en medio del universo.
Un mundo purificado.
Muerto y renacido.
Un puente blanco
en medio del cosmos,
sin necesidad
de extremos.
Quiero nieve.
Una nieve tan bella
que adormezca.
"Toda la nieve caída
ResponderEliminarse convierte siempre
en agua sucia."
Helena.-
Debo haber escrito y borrado varias veces el no desde antes de ese haikú, el verdadero era
ResponderEliminarNo toda la nieve caída
se convierte siempre
en agua sucia.
Pero las sensaciones van y vienen y a veces el pesimismo duele menos.
Por otra parte diste con el eslabón, entre todas las entradas voy haciendo como una cadena, me baso en una frase anterior o imagen, para empezar a escribir... no sé si lleve a algún sitio.
ResponderEliminarNo me sorprende mucho el "No" inicial indeciso, porque cuando lo leí en tus Haikus, lo pensé, pero también me quedé con la decepción. Vengo leyendo hace días tus escritos y noté la intertextualidad algunas veces.
ResponderEliminarAhora para tu "no sé si lleve a algún sitio" escribí un Haikú (con reglitas y todo) ad hoc:
En barcos náufragos
llegaron a destino
Todo converge.
Saludos.
Helena.-