viernes, 9 de marzo de 2018

Cambiar de vida (II)


Quería cambiar de vida, pero al final simplemente se tiñó el pelo.

Ella pensó que al menos sería un paso, pero no salió tan bien.

Usó mal el decolorante por lo que el pelo finalmente le quedó con manchones verdes.

Se decidió entonces a corregirlo en una peluquería de prestigio.

Investigó sobre algunas hasta que se dio por una en la que se garantizaba un resultado de excelencia.

Pidió hora a través de una grabadora que clasificaba de forma específica lo que el cliente solicitaba.

De hecho, le fue sorpresivo cuando su problema pareció ser identificado de manera tan certera.

Si intentó cambiar de vida y terminó con el pelo manchado, marque cuatro.

Si los manchones de su pelo son verdes, marque nueve.

Y claro, ella apretó esos y otros botones previos hasta que al parecer se delimitó de forma perfecta su problema.

Su número de atención es el trescientos cuarenta y cuatro, dijo la voz en la grabación.

Su atención será realizada en seis días hábiles más.

De no haber inconvenientes le solicitamos depositar durante las siguientes 24 horas, para hacer efectiva la reserva de su hora concluyó la voz.

Pasados los seis días se dirigió hasta el lugar, donde se encontró con una serie de inmigrantes, varios de ellos, sin documentación alguna.

Y claro, todos tenían manchas verdes en el pelo.

Todos quieren cambiar de vida, se dijo ella entonces, mientras esperaba.

No soy especial después de todo, concluyó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales