sábado, 30 de septiembre de 2017

Palabras tachadas.


Dos cuadernos enteros con palabras tachadas. Eso es lo que encuentro mientras botaba unas cajas este fin de semana. Cuadernos donde supuestamente tomaba notas o escribía frases y que –sinceramente no recuerdo por qué-, aparecen enteramente tachados. Por otro lado, tengo razones para creer que el conjunto de rayas realizadas sobre las palabras parece ser mío. Por un lado, se parece a la forma que hasta el día de hoy ocupo cuando quiero corregir algo, y, por otro, dichas rayas están hechas con el mismo lápiz que fue usado para escribir bajo ellos. Esta última cuestión, asimismo, si bien aclara aparentemente el asunto de la autoría, vuelve por otro lado más absurdo el objetivo general de esa escritura. Y es que todos esos textos habrían sido tachados casi inmediatamente después de ser escritos, pues no existe ninguno de ellos en que no coincida, como decía anteriormente, el lápiz utilizado. Intento entonces recordar algo más sobre ellos, pero por más que me esfuerzo no puedo. Así, voy revisando cada una de las páginas tratando de ver lo que decía antes de ser tachado y, si bien recupero algunas palabras, no logro entender por qué pude borrarlas, ni en qué consistía este “proyecto”. Por otro lado, pienso también ahora, si alguna vez en el futuro mirase algunas entradas de este blog –sobre todo las de estos últimos años-, estoy seguro que no lograría entender el propósito y sería también como encontrarse con un grupo (mal)escrito de palabras tachadas, cuyo significado está siempre bajo una superficie que no entrega claridad alguna sobre lo que realmente está ocurriendo bajo ella. Una verdadera lástima, por cierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales