sábado, 2 de septiembre de 2017

En un columpio.


I.

Denuncian a una vecina porque olvidó a su hijo en un columpio.

Lo veían desde los segundos pisos, en el patio, desde la mañana hasta la tarde.

Ni siquiera en movimiento, pues el niño es pequeño y no alcanzaba a impulsarse.

Entonces algunos vecinos sacaron fotos y grabaron videos.

Y claro, hicieron la denuncia.


II.

Ayer vinieron un par de carabineros y se llevaron detenida a la mujer.

Complementariamente, según dicen, el niño fue atendido por un médico para constatar señales de abandono.

Nadie supo decir los resultados, pero la madre y el niño volvieron a casa.

Varios vecinos la vieron llegar.

Poco después llegó la tv.


III.

Yo estaba tomando un café cuando llamaron a mi puerta.

Era un periodista que quería hacerme unas preguntas sobre la vecina y el niño del columpio.

Además, quería saber si desde mi segundo podía verse aquel patio.

Yo le dije que no.

Entonces él pareció olvidarse de mí y pasó a la casa contigua.

No me realizaron ninguna otra pregunta.


IV.

Mientras escribo esto el niño está en el columpio.

En tanto, la tv ya se fue y ha comenzado a oscurecer.

Ahora, el niño estira los brazos y la mamá lo saca del columpio y entran a la casa.

Ninguno de ellos se ve feliz.

Ninguno de ellos se ve triste.

Es como el mundo, supongo.

Nada más.

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