miércoles, 5 de agosto de 2020

Parte de grupo.


(…) Supimos que en uno de los temas tocó la batería. Nos había llegado el rumor, así que conseguimos el disco y confirmamos que era cierto. Salía su nombre en la información de la canción, aunque nunca fue parte del grupo. Encontrar eso nos dejó tranquilos un tiempo más. No lo dijimos en voz alta, pero supongo que fue un alivio saber que al menos, cuando se grabó el disco, estaba vivo. Así, cuando nos juntamos los demás, pusimos el tema en que tocaba la batería, y pudimos sentirnos un rato nuevamente completos, como grupo. Ya en otra de nuestras reuniones a alguien se le ocurrió que debíamos contactarnos con alguien del estudio de grabación. Después de todo, esos músicos que ayudan en las grabaciones a veces son conocidos del lugar y pueden haber tenido datos sobre él, o en el mejor de los casos, hasta siguiera ahí, colaborando con otras grabaciones. Salí sorteado para hacerlo así que escribí un mail, sin muchas esperanzas, explicando un poco la situación y apelando a la buena voluntad de aquel que recibiera el mensaje, para que nos ayudara a conseguir información. Sorpresivamente, me respondió una secretaria del estudio con quien me puse en contacto y resultó que sabían de él. Había colaborado en otras grabaciones e incluso confirmo que ella misma había hablado con él hace un par de meses, para arreglar el pago por una grabación. No me quiso dar los datos directamente, pero dijo que le consultaría a él directamente y les daría los nuestros. Cuando se los conté a los otros todos se alegraron, él llamaría y podríamos hasta viajar a la ciudad y estar completos otra vez, aunque fuese por un momento. Sin embargo, pasaron días y él no se contactó. Pensé que había habido alguna dificultad así que hablé otra vez con la secretaria, quien me contó que había hablado con él y le había contado que lo buscábamos. Como la noté extraña le pegunté un poco mas y ella dijo que le daba pena decirlo, pero en realidad él le pidió que no nos entregara sus datos, agregando que nosotros nos inventábamos cosas, exagerábamos el pasado, y que nunca en realidad había sido parte del grupo. Eso me dijo ella y tras disculparse por no ser de más ayuda cortamos la comunicación y no volví a saber de ella. Ni de él, por supuesto. A los otros les mentí, sin embargo, cuando volvimos a hablar, y les dije simplemente que él era nuevamente inubicable, que al parecer había viajado a otra ciudad, pero que sin duda estaba bien. Ellos se lamentaron, pero al menos sabían que seguía bien, dijeron, que estaríamos incompletos un tiempo más, pero que en algún momento las piezas volverían a juntarse. Finalmente, acordaron una nueva fecha para reunirnos y yo quede de ir, por supuesto. Escucharíamos el tema, nuevamente, y fingiríamos que todo seguiría igual. Ese seguía siendo el plan, como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales