jueves, 20 de septiembre de 2018

Hacer las cosas como es debido.


I.

M. trabaja instalando regadores automáticos.

Antes hacía jardines, pero hoy solo se centra en la instalación de estos aparatos.

En un curso que hizo en la municipalidad le enseñaron a comprar por internet y entonces encargó a China un gran número de regadores, por lo que ofrece un servicio de venta e instalación.

No gana mucho más que cuando se encargaba del mantenimiento de jardines, pero de cierta forma lo ve como un avance en el ámbito laboral.

De hecho, en la misma municipalidad, destacaron su espíritu emprendedor y lo premiaron con un pequeño galvano.


II.

M. trabaja con un sobrino, los fines de semana, a quien decidió hacerle un pequeño contrato, para hacer las cosas como es debido.

A veces, cuando instala los regadores, no puede evitar ver fallas en el jardín, y a veces se queda pensando en volver a trabajar en ello.

Directamente con semillas y preparando la tierra.

Algunas veces, de hecho, hizo algún comentario sobre el mantenimiento del jardín, pero al parecer no fue bien visto.

Por lo mismo, ha tratado de centrarse en instalar los regadores y punto.

Después de todo, se dice, es menos complicado que trabajar con cosas vivas.


III.

De vez en cuando a M. le dan trabajos extraños.

Por ejemplo, hubo una vez en que una mujer le pagó por instalar regadores en un patio donde solo había tierra.

Él sintió entonces que su trabajo podía ser inútil y hasta se lo comentó a su sobrino, que había ido a trabajar con él aquel día.

Por ese mismo tiempo, fue que se le ocurrió ir dejando de a poco el trabajo en terreno, y contratar un par de personas para que realizaran las instalaciones.

Calculó los costos y vio que era factible.

Cuando contó su idea en el nuevo curso de la municipalidad recibió numerosas felicitaciones y algunos lo propusieron para recibir un nuevo galvano.

Extrañamente, no logró sentirse orgulloso con todo aquello.

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