No sé qué sentido tiene, pero hoy averigüé que
muchos solárium tienen cámaras integradas.
Me refiero, a que en ellos se graba a quienes los ocupan,
aparentemente por seguridad.
Así, un encargado va vigilando que no existan síntomas
de ahogo, o que los rostros de quienes los ocupan manifiesten siempre un estado
de tranquilidad.
Y es que si bien existe un botón de pánico al
interior de ellos, lo cierto es que se han dado casos en que alguien ha sufrido
algún tipo de ataque o reacción nerviosa mientras se bronceaba en aquellas máquinas, ocasionándose graves consecuencias.
Así, tras averiguar esta información, traté de
conversar con alguien que me dijera exactamente qué es lo que veían al vigilar
aquellas cámaras… pero lo cierto es que no logré contactar a nadie.
De hecho, buscando información, terminé dando con
varias cámaras espías que tenían claramente una connotación sexual, pero que no
parecían muy confiables.
-Lo que pasa es que nadie dice nada –me dijo
entonces un colega-. Y no dicen nada porque lo que hace la gente es llorar…
-¿Llorar? –pregunté, para confirmar.
-Llorar –repitió mi colega-, es decir, no parecen
darse cuenta, pero lo cierto es que se forman hilos de lágrimas que caen por
las mejillas…
-¿Y tú cómo lo sabes?
-Mmm… no lo sé, realmente, pero hay dos personas
que me contaron que les sucedió esa experiencia…
-¿Y les crees?
-Sí… es que además se parece a un documental que vi
sobre el canto de las ballenas –me explicó-.
-…
-¿No lo has visto?
-No.
-Bueno… pues en él, se puede ver como distintos
tipos de personas terminaban llorando ante el canto de las ballenas… y todas
con un patrón establecido… una especie de secuencia…
-¿Y qué tiene que ver eso con los solárium?
-Mucho… -me dijo-, porque también decían que cuando
la gente es puesta en lugares donde desaparecen los ruidos ambientes, repetían
exactamente el mismo estado emocional… incluidos los ritmos y secuencias…
-¿Y entonces tú planteas que los solárium funcionan
como quitando ruido ambiente…?
-Claro… y entonces las personas empiezan a llorar
siguiendo esa secuencia que al parecer está grabada en todas las personas…
-¿Y el documental planteaba que el ritmo estaba grabado dentro, como dices tú…?
-No. El documental señalaba que aquello que cantaban
las ballenas era una especie de armonía que está presente siempre, y que no
podemos oír debido a los otros ruidos del mundo…
-Mmm…
-¿No te convence? –me preguntó.
-No –le dije finalmente-. No creo que las personas
sepan llorar, de esa forma.
-¿De qué forma? –me preguntó.
-De una forma pura –le respondí.
Emparedados en aquel bocadillo de sol falso, se encuentran con sí mismos y lloran o ríen, es curioso tener que meditar en silencio a la vez que te tuestas.
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