jueves, 20 de septiembre de 2012

Como piezas de dominó.



-Supongamos que los hechos de tu vida son como piezas de dominó –me dijo-. Pero no creas que esos hechos son todos momentos concretos o situaciones específicas… es decir, yo les digo hechos porque no se me ocurre otra palabra, pero más bien…

-Entiendo –lo interrumpí.

-De acuerdo –continuó-. Yo creo que lo que te pasó a ti es que fuiste poniendo esos dominós en fila, y muy pegados unos de otros… como en esos juegos donde cae uno y botas de paso todos los otros… hay una película donde sale, no sé si te acuerdas, era de un hombre que cuando chico…

-Entiendo, no es necesario el ejemplo.

-Pues bien, te decía que esa es una forma de ver tu problema… o el riesgo que corres más bien. Y es que cualquier movimiento puede hacer que termines con todo derrumbado y sin oportunidad de reubicar. Un auténtico derrumbe, digamos, estéticamente bello, no hay duda, pero total y sin vuelta pues todos los actos quedan entonces deshechos… es como lo que le pasa al personaje este de la novela de la que hablábamos el otro día y…

-La recuerdo –comenté-. Puedes seguir.

-El punto es que tú sabes que eso está mal, Vian… O sea, no es por dármelas de sabio, pero la solución es fácil… Yo creo que la ves y por eso hasta me da vergüenza decirla. De hecho, me siento un poco equivocado de paso, con la situación… y yo no acostumbro sentirme así. Tú lo sabes, Vian, me conoces de hace años y no creas que si te lo digo es por…

-No creo nada, no te preocupes. Puedes decir tu solución.

-Es que es tan fácil, Vian… basta con ubicar los hechos más lejos unos de otros. No en filas me refiero y evitando la posibilidad de contacto ante una posible caída. Como los dominós que te decía en un inicio, ¿recuerdas?, la fila de dominós que al caer uno luego todos…

-Ya. Recuerdo.

-Pues eso. Hay que separar los dominós, Vian. Los hechos o los actos o como quiera que le llamemos a esas cosas. Sé que te cuesta porque no estás acostumbrado a eso y porque siempre has defendido eso que une a los hechos, ¿recuerdas que una vez hablaste de eso que unía a los hechos…?

-Recuerdo.

-Pues yo también lo recuerdo. El afecto, creo que dijiste… aunque en la explicación yo creí que hablabas de amor, derechamente, el amor que permite unir todos nuestros actos, vincularlos… creo que defendías eso, supongo… ese contacto que debía existir entre ellos, la cercanía… pero también el peligro por supuesto, de venirse abajo… pero de eso no hablaste, según recuerdo…

-¿Y entonces?

-Entonces es simple, Vian… Olvídate de la cercanía entre esos hechos, olvídate de los vínculos… Sepáralos y sobrevivirás… no se trata de libros que van pegados unos a otros… hay espacio, Vian… sepáralos…

-¿De verdad crees que hay espacio?

-Claro… o sea… el espacio de uno mismo es pequeño, lo admito… pero no hablo de tu espacio propio, ¿no entiendes? Para no derrumbarte tienes que poner tus hechos fuera de ti mismo, desligarte de ellos… ¿quieres sobrevivir, no es así?

-…

-Pues aunque no respondas yo sé que sí… todos queremos sobrevivir, Vian, no te avergüences de eso… Escucha: piensa que es como fichas en una ruleta… no apuestes todo en la misma casilla… O sea, puedes perder todo, pero no puedes ganar todo… Nunca se puede ganar todo, Vian… ¿por qué arriesgar todo si no se puede ganar de forma absoluta? Hacerlo así es estúpido… no es heroico, ni puro, ni nada… ¿Me entiendes? Vivir en ese borde es terrible, Vian… desolador… y nadie puede resistirlo.

-Entiendo.

-No lo entiendes, Vian… O lo entiendes de una forma tan precaria que no piensas dejar de hacerlo… eso se nota al mirarte… estás anunciando el derrumbe… quizá creas que puedes, pero aunque pudieras es un acto en vano… Nadie va a venir en tu ayuda, Vian… no hay como frenar los dominós cuando comienzan a caer y cualquier cosa puede hacerlos venir abajo…

-…

-Te derrumbarás porque sí, Vian… -dijo finalmente-, y todo lo que no quisiste para ti, terminará volteándose y transformándose en un acto egoísta… créeme Vian… puede verse lo que va a pasar, y no es bueno…

-¿No es bueno?

-No, Vian. No es bueno -concluyó.

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