-Lo de las tuberías no es un mito –explica Luigi-.
Es decir, toda la tierra está atravesada por extraños conductos que salen de
vez en cuando a la superficie… Mario cree que hay que limpiarlos, por supuesto,
pero yo hace tiempo que dejé de preocuparme por ellos. Es decir, yo lo hice, es
cierto, aunque solo un tiempo… esperando que Mario compartiese una razón
secreta que a final no existía…
-¿Mario no te dio razones? –le pregunté.
-Nunca –respondió-. Él actuaba siempre sin razones,
y hasta creo que se sentía superior por eso… como si actuar sin propósitos
hubiese sido una manera de mantenerse puro…
-¿No lo crees así?
-Claro que no… nada se mueve porque sí… es decir,
hay fuerzas al menos, cuerpos que ejercen fuerza sobre otros, pero Mario
parecía desconocer cualquier tipo de ley… su máxima era la limpieza, simplemente…
el miedo a que algo ocurriese, pensaba yo, y tuviese que devolver el mundo con
una mancha y pudiese ser culpado por ello…
-¿Devolver el mundo…?
-Sí… suena extraño, pero esa era lo que yo sentía… que
le habían encargado algo, me refiero… este
es el mundo, esas son las tuberías, creo que le dijeron alguna vez… pero
Mario había olvidado quién se lo dijo… y hasta creo que malentendió el mensaje
y se esforzó por algo que no tenía sentido alguno.
-¿Te refieres a limpiar las tuberías?
-Sí, pero no le tomas el peso… Y es que para Mario
limpiar las tuberías significaba borrar hasta sus propias huellas… no vivir
para limpiar las tuberías, me refiero… Y claro, eso es como sacarse la sangre
de las venas… sí, sacarse la sangre de las venas para mantenerlas limpias.
-Pero tú… ¿acaso no hacías lo mismo que tu hermano?
-No. Entiendo que pueda verse así, pero yo en realidad
hacia otra cosa… o creía en otra cosa más bien…
-¿A qué te refieres?
-No sé decirlo bien… pero de cierta forma yo
esperaba algo de esas tuberías… que apareciese algo, me refiero… y es que
sabes, allá abajo, en las tuberías más bajas… a veces se siente
como una respiración, como un latido casi…
-¿Como si hubiese algo bajo las tuberías?
-No sé si bajo sea la palabra, yo creo que más bien
en ellas, o que ellas formaban parte de ese latido… de esa pulsión…
-Pero eso es casi tan absurdo como lo que comentas
de Mario…
-Yo siento que no… Puede que me equivoque, claro…
pero la limpieza para mi hermano era igual al no paso del tiempo… o un
aplazamiento más bien… yo en cambio siempre quise la explosión, el desborde de la
tubería…
-…
-¿Te conté de la vez que encontramos una serpiente
con mi hermano…? Fue extraño, sabes… él estaba acabando con unos gérmenes
cuando apareció una serpiente y se enroscó en mi tobillo…
-Una serpiente… ¿en las tuberías?
-Sí… una serpiente… una grande, por cierto, que se
enroscó a mi tobillo hasta que Mario me la quitó de encima y la mató a golpes
de martillo…
-No entiendo por qué me cuentas eso…
-Te lo cuento porque Mario no solo hizo desaparecer
el cuerpo destrozado de esa serpiente, sino que negó rotundamente saber nada de
ese incidente cuando quise comentarlo con él en otras oportunidades…
-¿Y esa es la limpieza que criticas?
-Exacto… la limpieza como negación, el pensar que
la vida es mejor cuanto menos cosas te ocurren… cuando nada ocurre en las
cañerías, me refiero, y el mundo puede subsistir tranquilo, como si esas
tuberías no existieran… o no fuese tuberías realmente… ¿me explico?
-Sí. Te explicas bien –admito.
Entonces, comprendiendo que la conversación estaba
llegando a su fin, me aventuré a hacerle una pregunta a Luigi.
-¿Te puedo preguntar una última cosa? –le dije.
Luigi asintió.
-¿Sabes qué le ha pasado a Mario…? ¿Sabes dónde
está…? –pregunté.
Luigi guardó silencio por un momento, cambiando su
actitud, de improviso.
-¿Por qué debería yo saberlo? –alegó-. ¿Acaso soy yo
el guardián de mi hermano?
Así, por último –y mostrándose molesto-, Luigi dio
media vuelta y se metió por una alcantarilla.
Luego comenzó el caos.
¡Qué genial escrito! Buenos cuestionamientos los de Luigi;no sé si estaré equivicada, pero a medida que avanzaba en la lectura llegaron a mi memoria ciertos pasajes de la biblia.
ResponderEliminarSaludos
Gracias. Sí. Saludos también.
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