jueves, 7 de octubre de 2010

Carta de ajustes.

.

Santiago, Jueves 7 de Octubre, 15:30 horas.
______

-¿Señor Vian?

-Diga.

-Buenas tardes, habla Noemí. Lo llamaba para ver si había considerado nuestra propuesta.

-Mmm... ¿cuál propuesta?

-La de nuestro pack de televisión satelital, internet y telefonía ilimitada que le ofrecimos hace ya 15 días, ¿lo recuerda?

-Mmm, creo que sí.

-Pues bien, hoy es el último día para que ud., se adhiera a este plan, considerando los beneficios que le ofrecí en esa ocasión.

-Mmm...

-Sólo tiene que confirmarme telefónicamente y a más tardar mañana en la tarde nuestros técnicos estarán instalando, sin costo alguno, nuestra tecnología...

-Disculpe, Noemí...

-¿Sí?

-Eh... ¿puede llamar en unos 10 minutos? Quiero decidirlo. Le tendré una respuesta en 1o minutos.

-¿Quiere que lo llame en 10 minutos?

-Eso.

-O sea que no sabe si quiere o no quiere nuestro servicio y lo sabrá en 10 minutos.

-Sí, así es.

-De acuerdo señor Vian, lo llamaré en 10 minutos.

-Gracias.


Santiago, Jueves 7 de Octubre 2010, 15:45 horas.
________

-Buenas tardes, ¿señor Vian?

-Sí, con él.

-Hola, habla Noemí.

-Hola Noemí.

-Lo llamaba para confirmar su adhesión a nuestro plan...

-Eh... sabe Noemí, creo que no lo tomaré por el momento...

-...

-Disculpe...

-No se preocupe señor Vian, pero ¿puedo preguntarle las razones?

-Mmm, no sé, sería largo de explicar, en verdad...

-Ja, es extraño usted, señor Vian... Yo pensé que no iba a contestar el teléfono...

-Sí, pensé en no hacerlo, pero al final no pude...

-Serviría de algo si le ofrezco nuevas tarifas o un mes más de servicio gratuito...

-No, no creo en verdad...

-O sea que esas no son las razones.

-No. No son esas.

-¿Ni aunque le ofreciera 6 meses gratuitos de internet y el servicio de televisión satelital?

-Mmm, no, no es el punto.

-Es extraño usted, señor Vian.

-No lo creo, disculpe si he sido pesado o algo...

-No, no lo ha sido, ja, de hecho es una situación chistosa...

-Ja, sí, lo es, en parte...

-¿Tiene tiempo señor Vian?

-¿Cómo?

-Que si tiene tiempo como para contarle algo...

-Sí, es extraño, pero me agradó escucharla.

-Ja... gracias, a mí también... ¿puedo pedirle un favor eso sí?

-Diga...

-¿Puedo volver a llamarlo en dos minutos, y fingir que se trata de otro cliente, que mi supervisor se acerca y debiese llenar otra ficha...?

-De acuerdo.

-Lo llamo inmediatamente entonces.

-Ok. La extrañaré.

-Ja, ja, ¿qué dijo?

-Nada, una tontera...
.

Santiago, Jueves 7 de octubre de 2010, 15:55 horas.
_______

-Buenas tardes, habla Noemí, lo llamaba para ofrecerle un nuevo servicio...

-¿Está escuchando el supervisor...?

-Sí, por supuesto, eh.. tiene ese canal, claro... ¿le interesa el Animal Planet?

-No lo necesito, le hago clase a dos octavos básicos...

-De acuerdo... entonces podría... ya... ya se fue...

-Que bueno.

-Sabe señor Vian, no sé por qué, pero siempre me toca hablar con gente extraña...

-No soy tan extraño...

-No lo digo de mala forma en todo caso... el otro día por ejemplo, me tocó hablar con un señor que me pedía información sobre canales con carta de ajustes...

-¿Cómo?

-Que un hombre quería el pack siempre y cuando le asegurara que incluía canales con carta de ajustes...

-¿Esas barritas de color...?

-Sí, de esas, aunque el hombre me explicaba que había de varios tipos...

-Ja, ese tipo sí era raro...

-Sí, además me habló un buen rato sobre las formas y elementos que contienen y hasta me contó que tenía un tatuaje de una carta de ajuste... algo así como cabeza de indio, me dijo que le llamaban...

-¿A él?

-¿A él que?

-Que si a él lo llamaban cabeza de indio...

-Ah, no... ja, ja... era el nombre de la carta de ajuste, o de un tipo de carta, la verdad no entendí bien... ja, ja...

-¿Y yo... que tengo de raro a todo esto? Sólo no quise el plan...

-No sé, señor Vian, hay algo en su tono de voz, en las pausas... como si estuviera un poco triste, pero transmitiendo también algo alegre... es una sensación rara...

-Pues sí, supongo que tengo sentimientos mezclados dentro...

-¿Pero está alegre?

-Sí, en verdad sí... una parte de mí al menos, como con tranquilidad a pesar de la otra parte.

-¿De la parte triste?

-Sí, digámosle así...

-¿Sabe de qué me acordé, señor Vian?

-No.

-De mi madre.

-¿Tengo voz de mujer...?
.
-Ja, ja... un poco... pero no es por eso... es por la sensación...

-Mmm...

-¿Se molestó?

-No, pensaba en la sensación... ¿qué pasa con su madre?

-Pues la verdad ya no pasa nada. Se murió el año pasado...

-Lo siento...

-No, no se preocupe... de hecho la sensación no tiene nada que ver con su muerte sino con algo que coleccionaba...

-¿Cómo?

-Que mi madre llevó por años una colección con la que llenó varios cuartos de su casa... y ver esa colección, o mejor dicho, recordar a mi madre con esa colección...

-Lo asocia con esa sensación.

-Sí, señor Vian, eso. Cuando recogí esas flores... porque a todo esto la colección era de flores de plástico...

-¿Flores de plástico?

-Sí, flores de plástico... casi siempre sueltas o en pequeños ramos de vez en cuando... separadas por colores y texturas... sacudidas todos los días, para sacarle el polvo... era raro de ver, señor Vian...

-Sí... suena así...

-Y era difícil además. Además a mi mamá no le gustaban las flores de verdad... o sea, no es que no le gustaran, pero no le atraían... ella se dedicada por completo a las de plástico, y les hablaba como a veces algunas personas hacen con las otras flores... con las de verdad... ¿sabe qué me decía ella?

-No, ¿qué le decía?

-Me decía que las flores de verdad tenían a Dios para que se ocupara de ellas... y que las de plástico la necesitaban a ella, de alguna forma... snif...

-Disculpe, ¿está llorando?

-Lo lamento, señor Vian, soy media tonta, es que la sensación esa, sabe... a veces yo sentía que mi madre era como una flor de plástico y que me necesitaba a mí... y a veces yo también me siento así, como sin saber si soy de plástico o si soy de verdad, señor Vian...

-...

-¿Qué cree usted, señor Vian?

-Disculpe, me cuesta hablar directamente... pero siento que las flores de plástico también son de verdad...

-...

-O sea, siempre y cuando haya alguien que se ocupe de ellas...

-¿Alguien que las trate como flores de verdad, aunque sean de plástico?

-Alguien que sepa (o que sienta) que son de verdad, aunque sean de plástico.

-¿Sabe? Cuando mamá murió yo pensé que estaba triste... pero cuando la vi en el ataúd, ella estaba como sonriendo, y se veía alegre...

-...

-Yo me enojé con mis hermanos porque le hicieron una corona con flores de plástico... no lo entendía, la desarmé y la arrojé lejos...

-Es que era difícil de entender, Noemí, no es su culpa...

-Yo creo que sí lo es... yo creo que sí... a veces no entiendo y a veces soy mala...

-No diga eso... y no llore... de pronto hasta me da pena y me adhiero al plan...

-No, no lo haga, es una estupidez y los contratos tienen cláusulas medias tramposas...

-Ve que es buena, Noemí...

-No diga eso... además no me diga Noemí, no me llamo así, mi nombre es muy feo para decirlo por teléfono así que me puse ese...

-¿Y cuál es?

-¿Qué?

-El nombre verdadero...

-Es que es feo...

-Dígalo, no importa...

-Es Mara. Mi nombre es Mara.

-...

-Viene el supervisor, debo colgar, señor Vian...

-¿Mara...?

-.
.
Santiago, Jueves 7 de Octubre, 23:30 horas.
_______

-¿Señor Vian?

-¿Mara?

-Ja,ja, sí... Mara... ¿no me quiere decir Noemí?

-No, Mara es bonito.

-Ja... no creo... oiga disculpe que lo llame de nuevo y a esta hora...

-No se preocupe venía llegando...

-Quizá le traiga inconvenientes con su pareja, o algo...

-No. No se preocupe, estoy en desuso...

-Ja.. buen término... aunque si es por eso, yo también estoy un poco en desuso, pero con esposo, eso sí... de hecho se fue a la cama hace poco porque trabaja mañana...

-¿Y por eso habla así?

-¿Así cómo?

-¿Como más bajito?

-Sí... no sé por qué, en verdad...

-Sabe, pillé un canal con carta de ajustes... como lo que quería el tipo ese... el que era más raro que yo.

-No sé si era más raro, que tú... que usted, perdón...

-No importa, tutee no más.

-Ok. ¿Y cómo era la carta?

-La de barras de colores, típica.

-Ah... sí, si me acuerdo de esas. A veces me quedaba pegada mirándolas, aunque les bajaba el volumen, porque tenían un ruido medio incómodo...

-Sí, yo también parece, aunque me acuerdo que miraba más concentrado la hora que le ponían abajo, a veces. Me gustaba ver cuando el reloj daba las 00:00... como que imaginaba que iba a cambiar algo...

-¿Y cambiaba?

-¿Qué cosa?

-Ese algo...

-Mmm, no sé... me acuerdo que seguía la misma pantalla y la hora avanzaba y como que ese momento pasaba al tiro...

-Pero después... ¿había algo distinto?

-Mmm... quizá sí, ahora que lo pienso, como un cambio de actitud, al menos...

-Sabe de qué me asusto, señor Vian...

-¿De qué?

-De que yo no espero ni desespero...

-...

-O sea, tú al menos esperabas algo...

-Pero no se daba...

-Pero esperabas... Yo soy incapaz de ver esos momentos de cambio, de esperarlos, o hasta de desesperarme por ellos... Ja... No espero ni desespero... sería chistoso, si no fuera tan triste...

-Pero si es chistoso igual po Mara...

-Sí, quizá... suena chistoso, al menos.

-¿Tienes hijos, Mara?

-Sí, una niña bonita...

-¿Se llama Noemí?

-Sí, Noemí... ¿supiste por lo de las otras llamadas, supongo?

-Yo creo...

-Es alegre la Noemí, le brillan los ojos todo el día y le faltan dos dientes así que cuando ríe se le ve chistoso... cómo que se viera pa dentro...

-¿Y qué se ve adentro...?

-... No sé... se ve bonito... snif...

-¿Estay lagrimeando de nuevo, Mara?

-Sí, un poquito... pero no es de pena... ¿sabís lo raro que sacó está chica eso sí?

-Mmm... ¿junta flores de plástico?

-No... pero casi... le gusta juntar joyas falsas, de esas como de vidrio plástico...

-¿Y se las pone? ¿Así como collares, o pulseras...?

-No, las junta y las mira... las tiene en filas por las orillas de las repisas y las pone en la superficie de los muebles de la casa...

-Suena bonito...

-Sí, queda bonita la casa. Mi esposo siempre le trae. Pasa a comprar a una importadora que le queda cerca del trabajo...

-...

-Ja, ja... Vian, mira, pon el canal 84...

-En mi cable no hay 84...

-Pucha... es que pillé una carta de ajustes...

-¿La de barras de colores?

-No, otra, una como con cuatro círculos, en blanco y negro... snif...

-Ja... ¿no me digay que vay a llorar por eso, Mara?

-Es que soy así... lagrimona... o sea no lloro nunca ahora, pero era como muñeca llorona cuando chica...

-Pero ¿qué te da pena ahora?

-No, si no es pena... pero es que es por la carta de ajustes... ¿sabes para qué sirven?

-Mmm, cuéntame...

-Sirven para regular cosas... para reorganizar colores, como para sintonizar la radio... pero en la tele...

-Ja, sonó chistoso eso...

-Sí, es que es como para ver todo más clarito... como pa entenderlo mejor...

-...

-...

-¿Estás ahí, Mara?

-Sí, es que me gustó verla, y tiene una música agradable...

-Qué bueno...

-Sí...

-¿Se acaba la programación entonces?

-Sí, yo creo...

-...

-Mejor me voy a terminar de planchar unas camisas, ja,ja... Qué tonta, cómo que me dio risa... es que me dieron ganas de dejarlas bonitas...

-¿Qué cosa?

-Las camisas... me dieron ganas de que queden bien estiradas, para que se vean bien...

-Nos despedimos entonces...

-Sí, gracias por todo...

-Ja, de qué...

-De todo po... ja,ja... ya, no te molesto más... ¿Tienes visor en tú teléfono?

-¿Cómo?

-Que si tienes visor, por si el número se quedó guardado...

-No, no tengo...

-Es que yo boté el tuyo ahora, pa no molestar más...

-Ja, entonces al final la rara fuiste tú...

-Sí, también soy rara, a veces. O miedosa...

-¿Colgamos entonces?

-Sí... un abrazo grande.

-Igual. Gracias por las historias.

-Ja, sí... súbelas al blog, si quieres...

-Sí, quizá...

-...

-Eh, ¡Mara!, ¿cómo supiste lo del blog? Yo no te lo dije...

-Chau Vian, bendiciones...

(Y la comunicación se cortó).

1 comentario:

  1. Por textos como este sigo leyendo este blog... genial lo de las flores de plastico... muy bien...

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