domingo, 21 de abril de 2024

Tierra.


-Debo llevar dos o tres meses soñando que excavo -me dijo-, cada noche. Aparezco con una pala en un lugar en el que únicamente hay tierra y sin cuestionármelo empiezo a cavar. No es tan pesado el ritmo ni la tierra es tan dura, pero la lavar es extenuante de igual forma. Mayormente por la cantidad de tiempo que me paso en eso. No me refiero, por supuesto, al tiempo real, sino al tiempo que percibo que paso cavando, cada noche. Imagínate, después de trabajar todo el día llegó al sueño y empiezo a cavar sin parar hasta que me despierto. Además, nunca consigo nada. Realmente es frustrante.

-¿El sueño? -pregunto.

-Sí -me dice-. También el trabajo, por supuesto, pero ahora me refería al sueño. El problema es que, por más que caves, nunca encuentras nada… O sea, no es que tenga la sensación de que esté buscando algo, pero lo cierto es que no hay cambio alguno en la acción... simplemente saco tierra y pareciera que todo sigue siempre igual, al mismo nivel incluso… ni siquiera sé bien dónde se apila la tierra que saco…

-Tal vez la arrojas fuera -le digo-. Ya sabes, como la teoría esa de Wingarden que habla del material de relleno, o algo así…

-¿Y entonces yo estaría llenando mi vigilia de tierra y…?

-No dije eso -interrumpo-. Solo me acordaba de aquello, además la teoría de Wingarden es bastante más compleja.

-¿Puedes explicármela? -me pregunta.

Y yo lo hago.

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