miércoles, 19 de abril de 2017

Otro sueño.


Soñé que estaba rodeado de calcetines.

Supongo que limpios, aunque el sueño, a fin de cuentas, no tenía olor.

El caso es que, por alguna razón que desconozco, yo debía dar vuelta esos calcetines.

Introducir la mano en ellos para luego voltearlos, me refiero.

Fue entonces que, en el sueño, me percaté que al hacerlo, el calcetín desaparecía.

O sea, objetivamente desaparecía, pero yo sentía que de cierta forma estaba ahí, solo que no tenía un “lado de adentro”

Fui probando así, en el sueño, con los distintos calcetines que me rodeaban.

Y claro, ocurría lo mismo con cada uno de ellos.

Me percaté eso sí, de pronto, que los calcetines que volteaba no eran míos.

Me refiero a que yo los daba vuelta, pero ni siquiera eran ropas mías.

Y esa sensación de cierta forma me trajo un poco de alivio.

Seguí entonces dando vuelta calcetines hasta que no quedó ninguno en torno a mí.

Sentía que estaban ahí, en todo caso, pero del lado equivocado.

Posteriormente, en el sueño, comencé a hacer lo mismo con otras cosas.

Intentar voltearlas, me refiero.

Un chaleco, un cenicero, un pantalón y hasta un libro.

Con todos ellos, por cierto, ocurrió lo mismo: desaparecían por no tener “lado de adentro”.

Fue así que en el sueño, de pronto, me encontré en medio de una habitación vacía.

Finalmente, en esa misma habitación, decidí yo mismo voltearme, como a un calcetín.

Me refiero a que introduje mi mano por mi garganta, apreté fuerte, y me intenté dar vuelta, igualito como ocurrió antes, con las calcetas.

Y claro, igual como había ocurrido antes, sucedió que tras hacerlo, desaparecí sin fijarme mayormente dónde iba.

Luego de eso, no hay mucho que agregar salvo que el sueño siguió de esta forma hasta el final, horas más tarde.

Una habitación vacía y cosas volteadas, me refiero.

Yo mismo, uno más, entre esas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales