miércoles, 26 de abril de 2017

Los pies de nuestra vida.


Él decidió cambiar de vida cuando se puso unos calcetines sobre otros.

O sea, no en ese momento exacto, si no cuando se los sacaba para ducharse, esa noche.

Y es que en ese momento no pudo comprender cómo es que había unos calcetines, bajo los calcetines que se había puesto esa mañana.

Fue así que se detuvo en medio del cuarto de baño y permaneció largo rato observando sus pies.

O sea, no sus pies exactamente, sino el segundo par de calcetines que descubrió bajo el primero (y bajo ellos sus pies).

Por un momento incluso él reconoce que sintió que tal vez no había pies abajo, o que no eran suyos, o hasta que había una larga hilera de calcetines y al final unos pies diminutos, como de bebé, que no podían llevarlo a ningún sitio.

Extrañamente, él señala que esto le produjo una risa que lo sorprendió, pues no estaba acostumbrado a reír a solas, ni mucho menos por algo que no lograba comprender.

Ya más lúcido se formuló algunas hipótesis de lo sucedido, y tras no encontrar una más sólida que otra se miró al espejo y se decidió a cambiar de vida.

O sea, él era consciente que la vida –de ser-, es siempre la misma, pero comprendió entonces que cambiar de vida, podía ser también comenzar una comprensión nueva, que lo llevase de pronto a descubrir una vida nueva bajo otra –al igual que los calcetines-, y plantearse entonces nuevas hipótesis a una profundidad mayor, sobre aquello que está bajo nuestra vida.

Los pies de nuestra vida, entonces.

Y ya tenemos el título.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales