martes, 1 de septiembre de 2015

No importa cómo ocurre.


-No digo que no importe –me dijo-. Me refiero a que el hecho concreto puede que importe, pero si lo pensamos bien, no importa cómo ocurre nada.

-¿No importa cómo ocurre nada? –pregunté.

-Claro… eso es agregar preocupaciones, si con los hechos mismos basta…

-Pero hablábamos de relaciones humanas…

-Claro… en ese ámbito me refiero… Podemos quedarnos en la forma todo el tiempo que quieras, pero finalmente la clave está en lo que ocurre, nada más…

-…

-¿Qué pasa…? ¿No estás de acuerdo?

-No sé… Tal vez esté de acuerdo, pero justamente de una forma distinta a la tuya…

-Pero entonces está bien… lo que ocurre en este caso es estar de acuerdo… eso es lo importante.

-¿Y la vida? –pregunté entonces.

-¿Qué pasa con la vida?

-¿Acaso no es algo que ocurre, simplemente?

-¿A qué te refieres?

-A que según tu lógica, si la vida es un hecho… o un algo que ocurre al menos, no importaría el cómo se vive… no importaría cómo ocurre…

-¿Y tú piensas que sí importa cómo ocurre?

-Es lo único que depende de uno, supongo…

-Pues has entendido poco –me dijo-. Eso tampoco importa.

-…

-Parece que vas a tener que organizar tus nuevos aprendizajes… -siguió.

Yo lo dejé hablar.

Pero no aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales