jueves, 9 de febrero de 2017

No sabe o no contesta.


I.

-No sabe.

-¿No sabe?

-Claro: no sabe o no contesta.

-¿Marco esa?

-Claro, ¿te contestó acaso?

-No, pero…

-Entonces está claro: no sabe o no contesta.


II.

-¿Y si le pasó algo?

-¿A quién?

-Ya sabes… a la chica esa.

-No sé de qué estás hablando.

-La chica que no contestó… la de antes…

-La que no contestó o no sabía, querrás decir.

-Pues sí, ella… pero tú sabes que no estaba en condiciones de contestar.

-Pues si hubiese estado en condiciones tampoco podríamos asegurar que hubiese sabido.

-No, pero…

-Pues entonces ya está dicho.

-¿Qué está dicho?

-Todo lo que valía la pena decir sobre ese tema.

-Pero…

-Creo que fui claro.

-Lo sé, es solo que…

-No contestes.

-…

-Mejor no sepas y no contestes. Fin de la historia.


III.

-Voy a volver donde la chica.

-…

-No importa lo que digas. Tengo que volver.

-Haz lo que quieras. No va a contestar de todas formas.

-Nadie contesta, ese no es el punto.

-¿Acaso no vuelves porque no contesta?

-No.

-¿Entonces vuelves porque no sabe?

-Nadie sabe, tampoco.

-¿Estás diciendo que nadie contesta y nadie sabe?

-Así es… llevamos años en esto y ambos lo sabemos.

-Puede ser… pero si es por eso tampoco nadie vuelve.

-Pues ahora vuelvo yo, con eso basta.

-…

-Además ya es tiempo que las cosas cambien.

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