lunes, 14 de noviembre de 2016

El amor es el perro más estúpido.


El amor es el perro más estúpido.
Le lanzas un palo y te trae cualquier cosa.
A veces muerde los tobillos y entierra sus dientes.
Y ni siquiera distingue el corazón de los tobillos.

El amor es el perro más estúpido.
Entierra huesos, pero no recuerda dónde.
Ladra a oscuras, en la noche, y no sabe a quién le ladra.
Solo si está herido, tal vez, se tranquiliza.

El amor es el perro más estúpido.
Se extravía y no regresa hasta que aceptas la pérdida.
O hasta que aceptas, tal vez, que nunca lo tuviste.
Nadie sabe si aúlla por dolores que son propios,
o por un dolor ajeno.

El amor es el perro más estúpido.
Se persigue la cola hasta que cae exhausto.
Corre y corre, y no reflexiona para qué.
Y hasta te lame las manos, como si fueras bueno.

El amor es el perro más estúpido.
Acepta tus caricias aunque lo hayas golpeado.
Enfermo y todo, le gusta andar bajo la lluvia.
No distingue siquiera si está fuera o está dentro.

El amor es el perro más estúpido.
Lo abandonas en el bosque y sobrevive en el bosque.
No sabe que sobrevivir, tiene un lado malo.
Lo ahogas, con tus manos, y no sabe que está muerto.

El amor es el perro más estúpido.

El amor es el perro más estúpido.

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