lunes, 5 de octubre de 2015

Ella me pide una bici.


-Ella me pide una bici, pero es gorda… Tú la conocís po hueón… mi esposa es gorda. A veces estamos con amigos y ella se pone a hablar y me culpa por no comprarle la bici… Lo peor es que yo me fijo en nuestros amigos y ellos saben que ella no puede andar… ellos saben, pero no lo dicen… y el malo siempre termino siendo yo…

-¿Y por qué no se la comprai no más…?

-Porque justamente no soy malo po hueón… Me refiero a que no podría usarla, aunque quisiera… Y entonces la pasaría más mal… Se avergonzaría… inventaría excusas… Y claro, al final la dejaría en el patio, abandonada…

-Y ya no tendría a quién culpar…

-Exacto. Habría pasado de ser el malo a ser la victima… el hueón que se quedó con la gorda… con la que no puede ni siquiera andar en bici… tú sabes… así lo vería ella…

-¿Y entonces…?

-Entonces nada. Mejor que lo vea así. Que piense en irse al trabajo en bici y todas esas cosas… que siga culpándome no más, mientras yo la protejo…

-¿Y después…?

-No lo sé, en realidad… supongo que habrá que ver… pero al menos así, como está todo, no habrá bici… y todo seguirá más o menos igual…

-¿Y eso es bueno…?

-No podría asegurarlo… pero al menos no es malo.

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