viernes, 24 de diciembre de 2010

Cierro los ojos y cuento hasta 100.

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I.

Cierro los ojos y cuento hasta 100.
Es decir, lo intento.
Pero al final siempre termino antes,
me distraigo ahí por el 6 o el 8
y a veces llego hasta el 16,
pero saltándome también
un par de números.

Lo peor es que cuando me doy cuenta,
no sólo se me olvida en que número quedé,
sino que además,
se me olvida en qué estoy pensando,
o qué estoy sintiendo,
como si la cuenta regresara a cero,
en todo tipo de signos,
y uno pasa a ser entonces,
una página escrita y tachada tantas veces
que es imposible leer algo coherente
en todo aquello.

A pesar de esto,
intento este ejercicio una y otra vez,
generalmente,
cuando se vuelve de noche,
y el tiempo que uno ocupaba en rezar,
de pequeño,
debe ser utilizado, ahora, en otra cosa.

Pero claro,
sólo llego hasta el 6, o hasta el 8,
y a veces hasta el 16,
y debo entonces comenzar de nuevo
una y otra vez hasta que el sueño,
o el cansancio,
o el olvido.

II.

Nadie puede salvarte
sino tú mismo,
dice Bukowski, en un poema.

Lo dice con tal fuerza
y convicción,
que uno no puede sino aceptar
aquella sentencia como cierta.

Sin embargo,
tras darle vueltas al asunto,
y saborear esa frase
como una cerveza amarga,
estoy dispuesto a admitir la posibilidad
de que Bukowski
haya omitido algo.

Porque claro,
es cierto,
nadie puede salvarnos
sino nosotros mismos,
pero,
-y tómese esto como mi momento sincero
del día-
no tiene sentido salvarnos
para nosotros mismos.

En esto creo.

Y sí,
quizá por eso esta navidad,
insisto en juntar pequeños regalos,
cosas tan bellas que me conmueven y que,
hoy por hoy,
no sé a quién entregar.

Mientras,
disfruto con mi hijo,
una primera nochebuena juntos,
situación que está muy bien, por cierto,
y mi alegría es entonces similar
a la del niño que le regalaban el hermoso
juguete que deseaba,
aunque debía esperar hasta un día próximo,
para comprarle las pilas.

III.

Quizá es por esto que,
para esperar el día próximo,
intento una y otra vez contar hasta 100…
y bueno,
ya les dije qué ocurría.

Entonces pienso que tal vez,
aquello que reemplazaba al contar de ahora,
de pequeño…

Claro… quizá no cueste tanto,
como uno llega a creer…
me digo,
pero es que asusta tanto
que esa otra cuenta nos devuelva
también al cero…

Y es que no quiero ceros,
les digo,
quiero guardarme aunque sea
un decimal chiquitito,
y no quiero comprobarlo
ni aproximarlo,
para no perderlo.

Disculpen mi cobardía,
pero hoy no puedo.

3 comentarios:

  1. a propósito de bukowski

    http://www.youtube.com/watch?v=1wfamPW3Eaw&feature=related

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  2. mi hotmail cagó, no me deja usar msm ni responder mensajes.
    Espero ande bien.
    dejaba saludos y otros videos.

    http://www.youtube.com/watch?v=47leRbuaOxo
    una de mis canciones favoritas de la patti, es larga pero buena.

    ResponderEliminar

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