martes, 18 de julio de 2017

A veces pasa.


Dos horas quince viendo la película y ahora no saben de qué se trata. Supongo que se durmieron entre medio, aunque ellos lo niegan. Admiten de todas formas que estaban demasiado cansados y que a los pocos minutos ninguno estaba entendiendo lo que veía. Ella veía borroso y él no estaba procesando nada. Eso es lo malo de ir al cine entre semanas, dice ella. Eso es lo malo de trabajar tan lejos de casa, dice él. Ya lo han hablado otras veces, pero entre eso y volver directamente a cocinar y acostarse, ambos terminan escogiendo alguna alternativa. Además les sirve para compartir otro espacio y hasta para contar qué hicieron en la semana, o comentar el film si es que se entendió algo. En estas oportunidad, sin embargo,  son  incapaces incluso de recordar el argumento. Ella recuerda una escena con un perro. Otra de una mujer cocinando arroz y un incendio cerca del final. Él, por su parte, recuerda una discusión por un azucarero, una escena donde una mujer bailaba sola en una pieza y gente desesperada porque un niño se había caído a una piscina. Igual al menos no pasó nada de eso, dice ella. Solo era una película, dice él. Yo los escucho y tomo nota. Cuando las reviso, horas después, descubro que anoté algunas frases inconexas y además olvidé otras cosas que me contaron, sobre su vida. Y es que estaba cansado, supongo. A veces pasa. 

1 comentario:

  1. iba a comentar algo,
    pero olvidé lo que había leido.
    es que a esta hora....

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