Él tuvo la culpa por no querer matar las moscas.
Todos se lo dijeron. Se lo advertimos mil veces. Yo mismo fui hasta la cabaña y
se lo plantee bien claro. Acá pasa algo
raro, le dije. No es normal esa
cantidad de moscas y que tú no hagas nada por librarte de ellas. Él
escuchaba en todo caso, pero sonreía y no terminaba haciendo nada. No voy a matarlas, se limitó a decirme,
como si me hablara de hijas enfermas. Yo tampoco insistí más. Pensé que era
cosa de suciedad, pero no de muerte. Supongo que eso nos ocurrió siempre. Errar
el diagnóstico, me refiero. Ya cuando se fue a la cabaña supimos que estaba
mal, pero lo dejamos. También cuando abandonó la iglesia. Supongo que nosotros
no queríamos un párroco y él se cansó de serlo. Era fácil serlo de esa forma.
Aceptamos en silencio que aquello era innecesario. Que todo era un rito en el
que ya nadie creía. Después de todo, ninguno volvió a la iglesia. Ni siquiera
para robar algún objeto o para usar los bancos como leña. Nos turnábamos para
llevarle alimentos, pero sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano. De
hecho, creo que pasó más tarde de lo que esperábamos. Por eso las moscas, tal
vez. Se fueron todas a la cabaña y él se negaba incluso a echarlas. Era extraño
en todo caso pues yo mismo debo haberlo visitado varias y nunca entendí la
razón de las moscas. Nada en descomposición. Ningún olor extraño. En el pueblo
además no parecía haber ninguna. Todas estaban allá, al parecer. Lo siguieron
cuando se fue mientras nosotros nos quedamos. Luego pasó lo que tenía que pasar,
nada más. Lo que todos sabíamos que ocurriría. Siempre ocurre lo mismo, entre
nosotros. Ahora mismo por ejemplo, debemos votar pero la decisión ya está
tomada. Tapiaremos la cabaña y luego uno de nosotros irá a escondidas y le
prenderá fuego. Tal vez iremos cada uno de nosotros, en la noche. Eso puede cambiar,
pero la decisión está tomada. Si alguien oye un grito todos sabremos que son
las moscas. Yo creo que, con suerte, en un año más enviarán recién un nuevo
párroco.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Seguidores
Archivo del blog
-
►
2024
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2023
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2022
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2021
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2020
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2019
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2018
(365)
- ► septiembre (30)
-
▼
2017
(365)
- ► septiembre (30)
-
▼
julio
(31)
- Campanas que nada significan.
- Por no querer matar las moscas.
- Ejercicio 2723: La no objetividad.
- Arena. A veces.
- Un hombre con una sensación extraña.
- Quitarse las zapatillas con los pies.
- Es raro, dijo él.
- Si es que vale la pena, dice ella.
- Un árbol cae en la montaña,
- Malas costumbres.
- Perdidos.
- Una bolsa para guardar otras bolsas.
- Nyan Cat, la novela. (Propuesta)
- A veces pasa.
- Apunte.
- Cuchillos.
- Fernanda no quiere globos.
- Vergüenza.
- Trato de escuchar las voces de las cosas.
- Milagros crueles.
- Un reloj a cuerda.
- Viene a ser lo mismo.
- Frutos.
- Un hombre en coma.
- Dos hermanas juegan a ser momias.
- Ellos desesperan.
- Un hombre amarillo, pequeño.
- Se lo quiso decir, pero no pudo.
- Una vez en Praga (canción)
- Un cuaderno para las cosas que he olvidado.
- El perro de Josefa está bien amaestrado.
-
►
2016
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2015
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2014
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2013
(365)
- ► septiembre (30)
-
►
2012
(366)
- ► septiembre (30)
-
►
2011
(365)
- ► septiembre (30)
No hay comentarios:
Publicar un comentario