sábado, 27 de mayo de 2017

Pájaros en llamas.


I.

No he visto volar, pájaros en llamas.

Pero sí he visto volar pájaros.

Comúnmente, día a día.

Perdidos o no, eso no lo sé.

Y eso, simplemente, es lo que he visto.


II.

Nunca en llamas, decía.

Nunca un traspié ni una aparente confusión.

Ellos saben dónde van.

Con lluvia vuelan menos, pero vuelan.

Nunca he visto pájaros en llamas.


III.

Mis pies nunca preguntan.

Tampoco lo hacen mis manos.

El corazón se aflige, es cierto, pero no pregunta.

Si un pájaro se posa en ellos, ninguno de ellos tiembla.

El fuego es siempre, cosa de otro sitio.


IV.

Escucho a un hombre hablar de pájaros en llamas.

Lo escucho hablar de un cielo que arderá tarde o temprano.

Y es como si el hombre aquel hubiese olvidado la lluvia.

O hubiese olvidado que Dios, de existir, no creó los pájaros en llamas.

V.

Nunca pude dibujar sueños.

Nunca supe hablar de sueños, como de otras realidades.

He visto morir a un hombre y nada cambió en el mundo.

Ese hombre prometió volver, como un pájaro en llamas.


VI.

No he visto volar pájaros en llamas.

Pero sí he visto volar pájaros.

Bajo la lluvia, incluso, los he visto volar.

No me pregunto dónde van ni desde dónde vienen.

No he visto pájaros en llamas.

1 comentario:

  1. Pájaro en llamas, que vuela silente
    A escondidas de espíritus latentes.
    Pájaro en llamas, de esos que dicen que existen
    A lo lejos te observan, ocultos,
    Para que creas que nunca los viste.

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