jueves, 16 de marzo de 2017

Un niño disfrazado de robot.


Un niño disfrazado de robot aborda el metro.

Va solo, al parecer.

Lleva también una pequeña bolsa en una de sus manos, pero no percibo con qué.

Su disfraz es de cartón y está pintado de verde.

También tiene dibujos de botones y circuitos con pintura ploma.

Por otro lado, su disfraz es demasiado grande para no causar molestias, en el metro.

Además ya estamos cerca del horario punta.

Tal vez por esto, el niño disfrazado de robot intenta moverse hasta una esquina.

Arrastra los pies y sus movimientos son torpes.

Yo estimo que debe tener diez u once años.

Para no molestar al resto, supongo, se deja la caja-casco puesta.

Y es que no creo que alcanzara a sujetarla con sus manos.

Un niño disfrazado de robot está en un rincón del metro.

Entonces llegamos a otra estación y el vagón comienza a llenarse.

Algunos de los que suben intentan no chocarlo, pero lo hacen de igual modo.

Aplastan una esquina de su cuerpo.

Luego rompen algo de un costado.

Una señora, incluso, lo reta largamente por no sacarse el casco.

El niño disfrazado de robot no hace movimiento alguno.

Tal vez murió de pie, ahí dentro, me digo.

Finalmente, me bajo antes que él, y no sé qué le sucede.

No mentiré, acá dentro, para inventarle otro final.

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