sábado, 26 de julio de 2025

Me quedé pensando en la palabra más fea (o, cómo nace una canción)


Al final no se me ocurrió, es cierto.

Pero me quedé igualmente pensando en la palabra más fea.

No minutos ni horas, sino días enteros me quedé pensando.

Y pudo ser hasta una vida, incluso, si no me hubiese rendido a tiempo.

No es que hubiese cambiado mucho, pero ese tipo de búsqueda agota más que cualquier otra.

Así que me agradezco a mí mismo por haber tomado a tiempo la decisión de rendirme.

Y no haber gastado, de esa forma, el corazón.



El problema no es buscar, por cierto, sino buscar en el pensamiento.

Y es que buscar en el pensamiento (con pensamiento), es como escarbar la tierra con manos de tierra.

A lo que me refiero es que de esa forma uno se desmorona y no sabemos ya dónde estamos o dónde hemos quedado.

Y puede que sea lindo, es cierto, pero por ahora (al menos) no es para mí.



Fue entonces (cuando comprendí aquello) que surgió en mí el deseo de hacer una canción.

Poco importaba el ritmo o la letra, pero al menos (me dije) ya tenía el título y el coro:

Me quedé pensando en la palabra más fea.

Y ella, probablemente, se quedó pensando en mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales