miércoles, 28 de noviembre de 2018

Otros asuntos.


Los que se preocupan por los demás
y se descuidan a sí mismos
terminan dando, con el tiempo,
un paupérrimo espectáculo.

Yo mismo participé, no lo niego,
de estas experiencias,
pero me extravié de tal forma
que hoy organizo una búsqueda
para volver a encontrar
lo perdido.

Intenté creer en teorías
que validaran estas acciones,
y hasta me parecieron,
en aquel momento,
hermosas teorías.

De vez en cuando un agradecimiento,
de vez en cuando renovabas energía,
incluso hubo ocasiones
en que a alguien realmente le servía
aquello que entregabas,
pero lo cierto es que iba hacia todos
con las manos vacías,
y mis manos se gastaron
y se llenaron de heridas
y el mundo de los otros resultó ser áspero
y amargo como pocos.

Puedo parecer frío, hoy en día,
puedo haber resguardado mis manos,
puedo pasar por el lado de aquellos
que antes me conmovían…
pero creo que debo preocuparme,
de momento,
de otras cosas.

No me pidan más
que no tengo qué entregar.

O pidan,
pero acepten,
que es justo que pase por su lado,
sin siquiera mirarlos.

Y que grite el mundo.

Y que los moribundos eleven
sus brazos a los cielos.

Y que baile sola
la chica que nadie saca a bailar…

Pero yo tengo ahora
otros asuntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales