viernes, 31 de julio de 2015

Como en el cuento de Vonnegutt.


-Como en el cuento de Vonneguttt…

-¿Qué cuento?

-Ese donde un tipo tiene una máquina a la que llama como una mujer… creo que está enamorado, incluso.

-¿Uno en que también quería que construyeran un frigorífico con forma de mujer?

-Sí, ese…  ¿lo leíste?

-Parece… me suena al menos, la historia…

-¿Te acuerdas si construye al final el frigorífico?

-La verdad es que no… me parece que nadie lo tomaba muy en serio…

-Exacto… no podía saber si lo decía seriamente o no…

-¿Y lo decía en serio?

-A mí me parece que sí… me refiero a que hasta había pensado en gabinetes diferentes según la parte del frigorífico…

-¿Y eso lo hace serio?

-Eh… sí… de hecho por eso lo comparaba, me parece… Ya sabes… pensar hasta en el interior, llenarnos de gabinetes…

-¿Y estás seguro si eso es serio?

-Claro… o sea… es un cuento, supongo que estoy seguro…

-¿Como en el cuento de Vonnegutt?

-¿A qué te refieres?

-Ya sabes… escuchas la idea, pero no sabes si realmente puedes estar seguro de ella…

-¿Vamos a empezar a repetirnos…?

-Pues una vez alguien me dijo que explicar dos veces no significa repetir…

-¿Te lo dijo una vez?

-Sí, eso creo…

-Pues ya ves… entonces eso también es como en el cuento de Vonnegutt…

(Etcétera)

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