Cuidado con los héroes.

Cuidado con los héroes.

Cuidado con los que quieren ser héroes.

Háganles marcas en la espalda, cuando no los miren.

Con un puñal, háganles las marcas.

Si no sangran demasiado córtenles el cuello.

Y si no dejan de sangrar recojan la sangre en baldes.

Su sangre contamina el suelo.

Que no los manche su sangre.

Cuidado con los héroes.

Cuidado con las voces de los héroes.

Ellos necesitan víctimas.

Comenzarán por tus oídos.

Luego roerán hasta tus huesos.

Te hablarán de dios.

Te hablarán de la patria.

Pondrán mayúsculas en todo aquello que no necesita mayúsculas.

Cuidado con ellas.

Que no te aplasten sus mayúsculas.

Si se acercan lo suficiente escúpeles el rostro.

Si te llaman por tu nombre cambia tu nombre.

Si te dan alimento expúlsalo de tu boca.

Cuidado con los héroes.

Sobre todo si parecen débiles.

Cuidado con su sexo, pues corrompe.

No te acerques si te alaban.

No esculpas sus rostros en las piedras.

Y si son hermosos tened aún más cuidado.

Cuidado con los héroes.

Cuidado con los hombres y con los héroes.

Su verdad es amarga en el fondo y no es verdad.

Es falso en ellos todo aquello que no muere al primer golpe.

Si hablan seriamente desconfiad de ellos.

Si no hablan seriamente desconfiad de ellos.

Si tienen un blog no les creas lo que dicen.

Y ni siquiera te molestes en dejarles comentarios.