miércoles, 8 de junio de 2016

Tu madre sabría qué decir.


-Mira, es cierto… si tu madre estuviera aquí, tal vez sabría qué decir… Yo, en cambio, sé ir a trabajar y arreglar la tostadora…

-¿Qué tostadora, papá…?

-¿No tenemos tostadora?

-No. No tenemos.

-Bueno, lo decía como algo genérico… me refiero a arreglar las cosas de la casa…

-¿Cómo los enchufes de la cocina?

-…

-Cómo la llave del agua caliente del baño?

-No. Y no es necesaria la ironía… Esos los cambió tu madre porque existían circunstancias especiales…

-¿Qué circunstancias especiales?

-Circunstancias de trabajo.

-Pero si has estado sin trabajo, papá…

-Justamente por eso… Me he centrado en buscar empleo… El tiempo también se va en eso.

-¿Un año entero?

-No va un año.

-Va un año y medio.

-No es así, hace unos meses trabajé con tu tío Carlos… Acuérdate.

-Fue hace doce meses. En junio del año pasado.

-Bueno, doce meses, pero no hace un año y medio como tú decías.

-Es que esa vez solo trabajaste unos días… y antes ya llevabas seis meses…

-Esa vez trabajé un mes.

-Medio mes.

-De todas formas suena mejor que decir “unos días”.

-Pero el trabajo solo era por los fines de semana… fuiste cuatro días…

-Medio mes suena más correcto.

-Entonces llegaste atrasado todos los días de trabajo, durante medio mes. Por eso tuvo que echarte el tío Carlos…

-Llegué atrasado cuatro días.

-Uff...

-¿Qué pasa?

-¿No era mamá la que sabría qué decir?

-¿Cómo?

-Olvídalo…

-Pues lo hago… La idea no es estancarse, si no avanzar.

(Etcétera)

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