martes, 24 de mayo de 2016

Lo malo. Lo más malo. Lo triste.


I.

Me vine más tarde del trabajo así que el metro venía lleno.

Estaba escuchando la banda sonora de Pierrot el loco.

De vez en cuando tomaba el mp3 y cambiaba o volvía a un tema.

Fue en uno de esos momentos cuando una chica me habló.

Se entusiasmó al fijarse en lo que escuchaba, pues era de sus películas favoritas.

Entonces, me habló de Godard, de Anna Karina y de varias películas de la época.

La conversación fue entretenida y hasta dijo que le gustaría volver a verme y me pidió el teléfono.

Le dije que no usaba y ella insistió y al final fue algo incómodo.

No estoy acostumbrado a eso, por supuesto.

Ella pareció molestarse y supongo que se sintió mal.

Sin embargo, debo reconocer que lo malo no fue solo eso.

Y es que si soy sincero, lo malo es que la chica era fea.

O así me pareció, al menos.

Sé que es algo frívolo y no habla bien de mí, pero eso fue lo malo.

Todo lo demás es adornar la situación.


II.

Lo más malo es que yo también soy feo.

Por lo mismo, las probabilidades para que se entable de esa forma una conversación con una Anna Karina real, es bastante menos que poco probable.

Por otro lado, como no suelo acercarme a nadie en afán de conquista, supongo que un encuentro como el de hoy es, hoy por hoy, mi única oportunidad.

Y claro, que me haya acostumbrado a eso, más las razones anteriores, supongo que configuran aquello más malo.

Sí.

Eso es lo más malo.


III.

Mientras escribía este texto pensaba en aspectos de la conversación de hoy.

Y no me refiero a lo de las películas y a algunos comentarios sobre Godard.

Me refiero más bien en cierta condición de la chica y yo.

Ambos veníamos del trabajo, en el metro, vestidos formales…

A lo que apunto es que nada era más lejano a nosotros que Pierrot el loco.

Vivimos lejos de su libertad, de su energía y hasta de las ganas de amar que desbordan la película.

No tenemos ese tipo de fiebre.

No cantamos en voz alta, me refiero.

No vivimos así.

Y eso, en definitiva, es lo triste.

Profundamente triste.

1 comentario:

  1. Es importante perder el miedo, correr, cantar, jugar...
    Aunque mi banda sonora favorito es de À Bout De Souffle de Martial Solal.

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