sábado, 7 de mayo de 2016

Piedras saliendo de sí mismas.

“Es necesario que la piedra
salga de ella misma
para que venga a mí.”
R. C.

Puedes esperar todo lo que quieras.

Puedes sentarte a esperar y reclinar el asiento.

Siéntete libre de hacerlo, esta vez.

Es más: yo mismo te cedo mi lugar.

Ese de ahí, junto a las piedras.

¿Ya estás…?

Pues bien, ahora, no las pierdas de vista.

Mantente atento.

No dejes que te engañen.

Y es que debes estar despierto
para cuando salgan de sí mismas.

Ocurre muy de vez en cuando, es cierto,
pero se trata, sin duda,
de un bello espectáculo.

No es que digan mucho.

No es que aclaren cosas.

Pero al menos
salen de sí mismas.

Y claro, esto último ya es más
de lo que podemos decir
muchos de nosotros.

Por lo mismo
mantente atento y ni siquiera pestañees.

Así, en algún tiempo,
habrás visto piedras saliendo de sí mismas.

Y claro…
no hay mensaje más lleno de significado,
que esa simple acción.

Y es que algo hay que aprender,
sin duda,
de todo eso.

Piedras saliendo de sí mismas…

¡Quién lo hubiera dicho…!

Observa con cuidado.

Espera con tranquilidad.

Disfruta del espectáculo.

Y es que puedes esperar, como te decía,
todo lo que quieras.

Siéntete libre de hacerlo…

Yo, en tanto,
(al menos hoy)
debo descansar un poco.

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