martes, 17 de mayo de 2016

La soportable levedad del ser.


I.

Créanlo o no, ese es el verdadero problema.

La soportable levedad del ser.

Le he dado vueltas al asunto y estoy seguro que el problema es ese.

Puede sonar soberbio, es cierto.

Puede parecer, incluso, que uno mira el tema casi por el retrovisor.

Pero claro, que parezca así, no quiere decir que sea cierto.

De hecho, no es que sea, para mí, un problema ajeno.

Yo también me acostumbro, digamos.

Yo también me dejo llevar por la facilidad, me refiero.

Y hasta desconfío del ser, a partir de su ligereza.

Eso me ocurre, a fin de cuentas.


II.

Nadie discute la levedad del ser.

Nadie que yo conozca al menos, o casi nadie.

Se trata simplemente de una especie de significado adjunto.

Casi una tautología.

Uno más de tantos juegos de palabras que creemos
no va afectarnos mayormente.

Así, la lista de esos juegos se engrosa cada día.

La felicidad reducida a la alegría.

El amor a un sinnúmero de pequeñas experiencias.

Y hasta la existencia misma, que por su peso,
que ya ni siquiera cargamos.

En cambio, preferimos llevarnos el ser, que es más cómodo.

Como un cepillo de dientes plegable, para hacernos una idea,.

De este modo, acostumbramos cargarlo y no sentimos su peso.

Y claro, es entonces cuando volvemos nuevamente al punto de inicio.

O al problema de inicio, más bien.

Es decir, que nuestra propia levedad nos sea soportable.

Tan soportable que hasta olvidamos al ser que entrega esa levedad.

Créanlo o no, cosas así ocurren.

Y claro: ese es el verdadero problema.

1 comentario:

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales