jueves, 5 de mayo de 2016

Cosas que funcionan.

“Desde que no podía dormir me daba cuenta
de lo sencilla que era la realidad, lo fácil que resultaba
que las cosas funcionasen”.
H. M.


Hay un negocio en pasaje pequeño de Estación Central.

No sé con exactitud a qué se dedican, pero tiene un letrero afuera que dice:

Compro cosas que  funcionan.

A veces he pensado en pasar a preguntar, o hasta a vender algo, pero no se me ocurre qué.

Y es que ni siquiera sé, ahora que lo pienso, si tengo cosas que funcionan.

Es decir, no al menos que funcionen por sí mismas.

Ayer, sin embargo, pasé fuera del local y me quedé espiando.

Quería observar a gente que entrase en él y descubrir qué era aquello que vendían.

Me quedé entonces escondido en una esquina, y esperé.

Sorprendido, vi que era bastante la gente que entraba hasta aquel sitio.

Personas comunes, tranquilas, sin mayores apuros, aparentemente.

De hecho, no me percaté que nadie llevase algo lo suficientemente grande o a la vista, como para hacerme una idea de lo que vendían.

A lo más algún chico con mochila o una mujer con cartera, pero no vi a nadie que llevase algo que pudiese considerares como aquella “cosa que funciona” que quisieran vender.

Lo único extraño, me pareció, es que se trataba de gente que parecía más relajada que lo normal.

Con un ritmo más armónico, digamos.

Fue entonces que caí en cuenta de la tranquilidad de ese pequeño pasaje, y hasta me relajé también, apoyado contra un árbol.

Respiré hondo.

Pensé.

Tal vez esa cosa que funciona son ellos mismos, me dije.

Y claro… tal vez hasta el mundo en que ellos viven, funciona perfectamente.

Entonces, miré en mi entorno y me pareció que era cierto.

Las cosas funcionaban fácilmente.

O al menos de manera práctica.

Caminatas por las veredas, la transición de los semáforos, el orden de algunos locales…

Todo funcionaba y era fácil.

Sinceramente lo viví de esa forma.

Luego se me pasó, es cierto, pero al menos doy fe de la verdad de aquella impresión.

Doy fe de aquello y hasta hago un resumen:

Existen cosas que funcionan.

Ese nunca ha sido el problema.

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