martes, 14 de abril de 2015

Paredes descubiertas.



Se resquebrajó la pintura de las paredes.

Luego se borraron los rayados.

Entonces, simplemente, quedaron los ladrillos al descubierto.

¡Hay que reconocer que tenían mal aspecto…!

Tanto así que ni los borrachos
se acercaban a mearlas.

Luego comenzó a apilarse basura,
al pie de las paredes.

Y claro… de ahí a que llegasen los ratones
fue cuestión de semanas.

Fue entonces que se armó aquella pelea
en la que un tipo terminó desangrado,
junto a la basura,
luego que le partiesen un par de botellas
en la cabeza.

Incluso una mancha
que quedó en el lugar
se decía que había sido sangre
de aquel hombre.

Debo confesar, por cierto,
que yo iba a mirar por aquel tiempo
aquella mancha.

Con todo, no sabría decir hoy, exactamente,
qué era lo que iba a buscar
a aquel lugar.

Y bueno… fue entonces que se vino un periodo medio malo,
de esos en que todo parece imposible de cargar
y hasta lo más pequeño, desespera.

Así, sucedió que de un momento a otro,
terminé siendo yo el que fui a dar con esas paredes
buscando un poco de equilibrio.

No sé sinceramente
si lo conseguí,
pero al menos descubrí que esas paredes
que creí casi destruidas,
habían seguido siendo
igual de firmes.

1 comentario:

  1. O solo lo sufisiente como para contener a sierto tipo de persona.
    Nose porque cuando leo aquí saco mis propias conclusiones. O le doy algún sentido distinto a lo escrito.

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