miércoles, 5 de octubre de 2016

El hombre que no daba de comer a las palomas.


Ante todo me gustaría señalar que la cuestión no es moral.

Me refiero a que no creo que exista un deber en este ámbito y lo que este hombre haga o no haga me parece más bien algo anecdótico, y así lo refiero.

Ahora bien, lo que hace este hombre es sentarse en el banco de una plaza, prácticamente todos los días, por las tardes, frente a decenas de palomas.

Lo que no hace, por otro lado, es alimentarlas.

No es que esto último sea algo malo, por supuesto, pero su figura contrasta y hasta sorprende respecto a los otros hombres que se encuentran en otros bancos, por lo general arrojando unas cuántas migajas a las aves, mientras guardan una actitud similar.

Y es que la cuestión aquí es que la presencia de ese hombre parece ser incompleta. Como si estuviese siempre a punto de alimentar estas palomas, pero esperara algo, mientras las observa.

Así, me ha tocado escuchar a algunos comentar sobre aquel hombre:

-Mira, parece que no trajo las migajas.

-Debe estar esperando que se junten más para alimentarlas.

-A lo mejor les gusta alimentarlas a alguna hora en particular, y falta un rato.

Más allá de estas primeras impresiones, como la situación se repite día a día, también hay quienes se han molestado con el hombre y parecen recriminarle que ocupe un puesto en aquella plaza, sin terminar de cumplir su aparente rol.

-Es como si desafiara a las palomas… como si las engañara…

-Es pura crueldad… las palomas deben creer que las va a alimentar y luego no hace nada…

-Lo peor es que ocupa un puesto donde otro podría alimentarlas…

Y claro, son estas últimas observaciones las que han sido más recurrentes este último tiempo hasta el punto que, según me cuentan, algunos se han acercado directamente al hombre para solicitarle que abandone ese lugar.

Lejos de opinar al respecto, diré simplemente que el hombre (reitero que no soy testigo directo de estos hechos, aunque gente de confianza lo ha sido) se ha limitado a observarlos de la misma forma como mira a las palomas, sin retirarse del lugar, ni modificar su conducta.

Desconozco, en todo caso, qué nuevas medidas se tomarán al respecto, de no variar la situación.

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