Una torta plana (o el enunciado del dios posible).

-Imagina que tu vida es algo –dijo F.-,  algo concreto.

-Mi vida ya es algo concreto –replicó C.-. No te entiendo.

-Pero imagina que es una cosa… un objeto, tal vez… ¿qué sería?

-¿Se vale algo de comer?

-Claro… cualquier cosa…

-Pues no sé… tal vez sería una torta…

-¿Una torta…? ¿Cómo esas de cumpleaños, dices tú?

-No de cumpleaños… una torta simple, digo yo…

-¿Una torta simple?

-Sí… una sin tanto adorno ni cosas escritas… una torta plana…

-De acuerdo… entonces tu vida es una torta plana…

-No… No he dicho eso. Mi vida es mi vida y es algo concreto… solo que me pediste imaginar que fuera una cosa…

-Lo sé... solo te lo dije para seguir con lo que hablábamos antes…

-¿Lo que intentabas explicarme sobre el dios posible?

-Sí, eso… es que siento que no logro explicarme bien…

-Y si mi vida es una torta tú crees que puedes explicarte…

-Pues sí… tal vez… es que Wigarden explica así sus teorías, supongo que siempre trato de imitarlo…

-¿La teoría del dios posible?

-Sí… pero no es una teoría, es un enunciado breve, tal vez… demasiado simple como para ser una teoría…

-¿Y cómo sería ese enunciado, entonces?

-¿En tu caso?

-Claro. En mi caso.

-Pues  diría que de vez en cuando alguien… no sé bien quién… la fortuna, dios, el diablo, ahí tú eliges… mete el dedo en la torta plana en que se ha convertido tu existencia…

-…

-No se chupa el dedo ni nada… no es por el sabor… no es por algo contra ti… ni siquiera es por curiosidad como el niño que mete los dedos al enchufe… digamos que mete el dedo en la torta plana y luego lo saca… nada más… imagínalo indiferente si quieres… una vez lo hace durante el tiempo que existe la torta y nadie sabe para qué…

-¿Y luego se lava el dedo?

-No creo… lo deja así tal vez… no le preocupa… tiene infinitud de dedos…

-¿Y ese es el dios posible, dices tú?

-Sí, pero no lo digo yo, lo dice Wingarden y yo intento explicarlo… ese es el único dios posible.