-¿Sabías que un hombre puede morir bajo la lluvia?
-Eh… sí, supongo que sí…
-Pero yo no digo de frío ni de enfermedades…
-¿No?
-No.
-¿Y entonces?
-Entonces piensa… ¿no se te ocurre cómo?
-Pues no sé… ¿ahogado?
-No… Además, yo digo por efecto directo de la
lluvia, no a raíz del agua acumulada…
-No te entiendo…
-Me refiero a morir bajo la lluvia, debido al golpe
del agua… al desgaste que ella provoca…
-¿Se puede morir así…?
-Claro… casi todos la ven inofensiva, pero una gran
lluvia podría matar a una persona… Solo es necesario el golpe constante del
agua por un tiempo determinado…
-¿Cuánto tiempo?
-Varía, dependiendo de la intensidad de la lluvia y
de lo quieto que esté quien la recibe… ¿acaso no sabes que la lluvia ablanda
las cosas duras?
-¿Ablanda las cosas duras?
-Claro… acaso no la ves caer en la tierra y
ablandarla…
-Pero las rocas no se ablandan…
-Se ablandan y se socavan, esa es la verdad… aunque
todo depende del tiempo y la intensidad de la lluvia.
-¿Y un hombre?
-Un hombre con mayor razón… es menos duro que una
roca, si lo piensas… incluso su cabeza…
-…
-Es agua cayendo simplemente, sobre un hueso esférico,
con cinco agujeros…
-Pues no sé… entiendo lo que dices, pero lo cierto
es que sigue sin parecerme posible…
-Lo que pasa es que te niegas a verlo de esa forma…
crees que eres más fuerte que la lluvia…
-No es eso…
-Lo es. Confías demasiado en tu cabeza, como todos
los hombres… pero un día…
-No es eso, ya te lo dije.
-De acuerdo... Dejémoslo así… Además, parece que ya
va a comenzar…
-¿La lluvia?
-Sí, la lluvia.
-Tienes razón, mejor vamos afuera.
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