"Medidme mientras vivo,
después será demasiado tarde"
W. N.
*
Tenía una alcancía, pero no tenía dinero. Fue hace
muchos años. No recuerdo siquiera la forma de la alcancía, pero si la ranura
por la que debía ingresarse el dinero. De hecho, esa es la forma que adopta hoy
en día mi recuerdo. Una ranura, me refiero. Una ranura puesta sobre un cuerpo
hermético. No perteneciente al cuerpo, la ranura, sino puesta ahí. Como un pequeño
portal que unía dos universos. Un portal no hecho a mi medida, por supuesto. Eso
es lo que recuerdo.
*
Yo estaba en uno, claro. En uno de esos universos.
No tenía acceso directo al otro y como mencionaba antes: no tenía dinero. Por
esto la alcancía y la ranura estaban fuera de mi alcance. Inaccesibles si no
quería contaminarlos introduciendo algo en la ranura que no fuese dinero. Como un supuesto barco petrolero que derramara
tinta china en vez de crudo. ¿A quién le
miento si hago eso?, me preguntaba. ¿Qué es lo que contamino?
*
Como pasaba el tiempo y yo seguía sin dinero, terminé
igualmente pasando otras cosas a través de la ranura. Palos de fósforos,
botones, y hasta lentejas, recuerdo. Era extraño porque no sentía que estuviese
echando algo en una alcancía, sino que estaba haciendo desaparecer algo, a
medida que atravesaba la ranura. Y es que de cierta forma la alcancía seguía
vacía, pensaba. Y era cierto.
*
Hoy ya no tengo esa alcancía, pero sigo sin dinero.
Sin embargo, solo lamento no tener alcancía. Y es que a veces encuentro
botones, palos de fósforos y hasta lentejas, y ya no sé qué hacer con ellos.
Por otro lado, respecto a la ranura, podría decir que he descubierto alguna
otra, pero debido a la forma que tiene, solo pasan palabras, por ella. Estas
palabras, por ejemplo. Como un
supuesto barco petrolero que derrama tinta china en vez de crudo. ¿Qué es lo que contamino?, me pregunto. ¿A quién
le miento si hago esto?
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